Frankie Montás: sin respaldo no se logra el éxito

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«Es mejor tener pocos amigos, pero verdaderos, que un montón de falsos y doble cara» Anónimo

En el béisbol manejamos sofismas que dentro de las líneas de cal no tienen ninguna esencia real, no están apoyadas en lógica científica.

Desde pequeños hemos oído decir a nuestros padres y relacionados cuando se referían a alguien con éxito: “Que suerte tiene”.

En las películas hemos visto muchas veces como “el malo” tenía golpes de fortuna y vivía una vida de “éxito”. Esa historia vende bien, pero solo es ficción. Sin darnos cuenta hemos sido programados para asociar éxito y suerte.

En el béisbol “suerte y mística” son palabrerías sin fundamentos. Son asentimientos de los fanáticos, como las creadas de “La Ciguapa”, “La Sirena” y “El Barón del Cementerio”.

El domingo por la tarde, los Piratas de Pittsburgh lograron algo que no se había hecho en las Grandes Ligas en los últimos 14 años, ganar un juego a los Rojos de Cincinnati sin conectar de hit. Suerte, no ombe, pobre ofensiva de los Rojos. Casualidad, tampoco. Es apenas la sexta vez que un hecho similar sucede en la historia de las Grandes Ligas. Raro el caso, pero real.

Frankie Montás (Atléticos), “La Navaja de Sainaguá” una vez más lanza una joya frente a los Medias Blancas de Chicago: 7 IP, 2 CL, 4 H, 1 BB, 12 K y perdió. Mala suerte: No y No. La realidad es que la ofensiva de los Atléticos de Oakland, con apenas 5 hits, 4 singles y un doble no pudo hacer lo suficiente para apoyarlo y perdió 4×1. Esta vez, acumuló 12 ponches en siete entradas brillantes. La única mancha fue un jonrón de dos carreras del japonés Shohei Ohtani en la entrada inicial. Aparte de eso, estuvo casi perfecto. Ahora tiene su récord en 4-2, con una efectividad de 3.67, WHIP de 1.00 y una relación K/BB de 53.1 en 50 entradas. La mayor cantidad de triunfos de Montás fue en el 2021 con 13-9, 3.37.

Dejemos claro, para no seguir remando en el lago del sincretismo que en el béisbol no se gana respaldado por la suerte. El domingo pudimos apreciar con un equipo el de Cincinnati y un lanzador Frankie Montás, que la suerte no influyó en sus reveses. Se gana en base a calidad porque el triunfar no depende del azar.

El béisbol lógicamente no es un juego de azar como algunos pretenden definirlo. Gana el que anota más carreras que es el referente más importante en el juego y las únicas capaces de determinar la calidad. Y que conste en acta, la calidad no es producto del azar.

Un día como hoy

1984: Mario Soto, Cincinnati, se convirtió en el decimoséptimo lanzador en las Mayores que poncha 4 en un juego. El hecho ocurrió en el tercer episodio frente a lo Cubs. 

1993: José Mesa, Cleveland, blanqueó a los Orioles 1-0, siendo su cuarta victoria de la temporada.

2001: Manny Ramírez, dispara el jonrón 250 de su carrera, y noveno de la campaña a Brad Radke, de los Mellizos de Minnesota. Mellizos 5, Boston.

2004: Luis Castillo, Florida, se robó cuatro bases contra San Diego estableciendo récord para la franquicia.

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