Escrito por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Después del funeral celebrado el viernes en la funeraria Sinatra Memorial Funeral Home en el suburbio de Yonkers, y al que asistieron docenas de familiares y comunitarios, en una masiva manifestación de duelo encabezada por los padres, los restos de los gemelos Phoenix y Luna Rodríguez, fueron cremados a las 12:00 del mediodía del sábado en la capilla crematorio de piedras blancas en el cementerio de Hartsdale en el pueblo de Greenburgh al norte de la ciudad de Nueva York.
En la ceremonia privada, a la que no tuvieron acceso los medios de comunicación, participaron 25 personas, la mayoría parientes y allegados de los gemelos, y los restos de los pequeños, fueron velados en ataúdes blancos, cargados por su padre el veterano de la guerra de Irak, Juan Rodríguez Valerio, quien los olvidó dentro de su vehículo en El Bronx, donde murieron asfixiados y los hermanos mayores de los bebés.
Los ataúdes blancos de los gemelos estaban rodeados de arreglos florales con un gran rosa, en forma de corazón, en el ataúd de Luna y un arreglo azul sobre el de Phoenix. Grandes imágenes de los gemelos colgaban sobre los ataúdes.
Algunos dolientes no pudieron soportar ver a los gemelos muertos y salieron de la sala funeraria.
Vistiendo camisa negra con cuello y pantalón gris, la cara de Rodríguez reflejaba su gran agonía cuando su hijo mayor y su hija lo ayudaron a cargar el ataúd blanco en hasta el coche fúnebre, antes de partir al cementerio.
La familia se abrazaba emotivamente y llorando frente a la funeraria después del servicio matutino, antes de subir a los vehículos que seguían el carro fúnebre al cementerio Ferncliff en Hartsdale.
Allí, unos 25 dolientes se reunieron dentro del mausoleo de Ferncliff, una capilla de piedra blanca en los terrenos del cementerio.
Después de 40 minutos, Juan y su esposa Marissa, vestidos con una camisa negra y polainas, salieron juntos, cada uno de los cuales sostenía la mano de su hijo Tristán, de 4 años.
Los medios de comunicación se mantuvieron a distancia, y la familia se negó a hablar con los reporteros después del servicio.
Los familiares y la comunidad siguen respaldando a Rodríguez, un veterano de guerra de Irak discapacitado de 39 años que ha sido descrito como un padre devoto, luego de la tragedia del 26 de julio, y es trabajador social de origen dominicano en el hospital veteranos de El Bronx, donde estuvo todo el día, luego de olvidar a los gemelos en su carro antes de irse al trabajo.
Las autoridades dicen que Rodríguez, residente en el pueblo de New City, en el condado de Rockland estacionó su Honda Accord en los alrededores del hospital James J. Peters VA en la avenida Kingsbridge alrededor a las 8:22 de la mañana con los gemelos de 1 año de edad adentro, se olvidó de ellos y regresó a las 3:59 de la tarde, para encontrarlos muertos, con abundante espuma en las boquitas y parcialmente quemados, debido a la temperatura de 108 grados en sus cuerpecitos.
Él le dijo a la jueza del caso Patsy Goldberg en la Corte Criminal de El Bronx, que su mente se quedó en blanco.
Un transeúnte llamó a la policía después de ver a Rodríguez gritando a un lado de la carretera. Los gemelos fueron muertos en la escena por los paramédicos que respondieron a la llamada al 911.
«¡Maté a mis bebés!», gritó Rodríguez a los policías al enterarse de que sus niñitos estaban sin vida en el asiento trasero del carro, por lo cual fue acusado de homicidio y homicidio negligente criminal.
Los fiscales dijeron que no apresurarán el caso contra él.
Un Gran Jurado podría asumir el caso, para decidir qué hacer con Rodríguez, dijo el jueves la Oficina de la Fiscal de Distrito del Bronx, Darcel Clark.
De acuerdo con su abogado, Joey Jackson, el padre padecía “Síndrome del Bebé Olvidado”, una condición que se refiere a padres que accidentalmente dejan a un bebé o niño pequeño en un coche cerrado.
La madre de los gemelos, Marissa A. Rodríguez se mantiene defendiendo a su esposo, diciendo que lo necesita a su lado más que nunca.
«Aunque me duele más de lo que jamás hubiera podido imaginar, todavía quiero a mi marido», escribió la madre en una declaración.
En 2018 se registraron 52 muertes de niños abandonados en coches, según KidsAndCars.org, un grupo sin fines de lucro que se enfoca en la seguridad vehicular.