Tras la muerte del ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, el pasado 6 de junio, representantes de los sectores social, religioso y empresarial ligados al tema ambiental se preguntan qué rumbo tomará el Pacto Verde por el Desarrollo Sostenible que sirve como base para la Mesa Temática sobre Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático.
Así lo expresaron en el Encuentro Verde de Listín Diario el director de la fundación Acción Verde, Nelson Bautista; el secretario ejecutivo de la Pastoral Ecológica y medioambiente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, Jovanny Kranwinkel; la directora de la fundación Guakia Ambiente, Michela Izzo; y la directora ejecutiva de la Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (Ecored), María Urbaneja.
Dado el interés que mostró Jorge Mera en los diálogos de la mesa, los ambientalistas temen que los logros alcanzados en los últimos meses hayan sido en vano si no hay continuidad en la línea temática.
Todos coinciden en que, como parte de la mesa de diálogo, el Pacto Verde ha sido hasta la fecha el mejor ejercicio democrático en el que diferentes sectores de la sociedad dominicana se han sentado a discutir abiertamente sobre temas importantes.
Valoran que el diálogo permitió compartir visiones sobre aspectos en los que todos estaban de acuerdo, de manera especial en el cumplimiento de la ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales y el fortalecimiento del Ministerio a través del cumplimiento de esta ley.
La Mesa Temática sobre Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático forma parte de las 16 mesas temáticas del Diálogo para las Reformas que lanzó el presidente Luis Abinader en 2021.
El ministro Jorge Mera asumió la coordinación de esta mesa y, como punto de partida para las discusiones, se usó el borrador del Pacto Verde por un Desarrollo Sostenible.
Entre marzo y mayo se realizaron siete reuniones. Un último diálogo, en el que Medio Ambiente entregaría un documento final con las observaciones pendientes, estaba pautado para el pasado miércoles 8 de junio. La muerte del ministro lo dejó en carpeta.
UN PUNTO DE PARTIDA
De acuerdo con Michela Izzo, el punto de partida común que salió a relucir en la mesa fue el de la certidumbre del derecho, de la seguridad de la Ley 64-00.
“Cuando se entró en el debate de los proyectos de ley, de todas las carencias que se tienen en términos de política ambiental, el punto clave fue eso. Lamentablemente, el epílogo del ministro es un indicador de que el punto fundamental que hay que intervenir es eso, o sea, que hay reglas que por más que sean deficientes, por lo menos constituyen una base y ni siquiera esa base se está cumpliendo”.
Explica que cuando se trabaja con comunidades de montaña, de la parte alta de las cuencas, que en muchos casos sus territorios colindan o son zonas de amortiguamiento de áreas protegidas, una de las dificultades que encuentran los comunitarios es no tener un respaldo institucional a la hora de reclamar el respeto de ciertas reglas.
“La gente no se siente respaldada y reforzar esa parte de la institucionalidad del Estado es clave porque ahí donde el Estado no es fuerte en términos de institucionalidad, y donde no hay comunidades empoderadas, todo se vuelve propiedad de las mafias. No hay consecuencias y al final es un grupo de poder que se impone ahí donde el Estado carece”.
UN INTERÉS GENUINO
Para María Urbaneja, fue un privilegio que el ministro de Medio Ambiente presidiera todas las sesiones de la mesa de diálogo.
“Era una persona con la que era fácil generar consenso. Aún en momentos difíciles, el ministro siempre estaba ahí. Y eso creo que marcó una diferencia en la mesa. Cuando uno llegó ahí el primer día dijimos ‘guao, qué va a salir de esto. Qué locura’. La realidad es que fue un espacio que valoré muchísimo. Con todas las discusiones, el sector privado y el sector social nos apoyamos todo el tiempo. No hubo ni un momento en que estuviéramos en desacuerdo porque estábamos hablando de legalidad, de principios, del fortalecimiento del Ministerio, de cosas en las que coincidimos todos, entonces fue muy fácil”.
La mesa de diálogo, dice la directora ejecutiva de Ecored, brindó la oportunidad “de que todos nos encontráramos en puntos que son vitales para todos”.
Con relación al sector empresarial, asegura que las cosas han cambiado.
“No es el sector privado de hace 20 años, ni son los mismos líderes empresariales. Y si hay líderes empresariales que estaban mucho antes, han comprendido este tema y no se trata ya de que yo soy bueno porque cumplo la ley; no, es que yo tengo que cumplir la ley y, además, si yo no tengo un medio ambiente sano mi negocio se muere. Claro que el sector privado tiene su énfasis en producir, pero producir sin impactar o impactar lo menos posible, buscar la manera de ser más eficientes”.
APROVECHAR LA COYUNTURA DEL DUELO
De acuerdo con Nelson Bautista, de Acción Verde, la coyuntura de la gobernanza del Ministerio era difícil antes de Orlando, fue difícil durante su gestión y ahora es mucho peor.
Apunta que el Ministerio es una de las pocas instituciones que tiene presencia en el territorio completo.
“Sin embargo, cuando eres ministro y tienes una autoridad nombrada en cualquier punto del país y sientes que tu propia estructura no responde a los lineamientos de tu criterio, de lo que manda la ley en ese territorio, y que no puedas hacer nada, eso tiene que ser muy frustrante y esa era la realidad”.
Observa que la revolución más grande que se puede hacer en este país –“y ahí le robo la frase a Cuchito (Luis Carvajal)”-, es hacer cumplir la ley.
“Y la revolución de quien quiere hacer cumplir la ley en un ministerio como ese es muy cuesta arriba cuando sabes que tus propias estructuras no tienen esa probidad…”
Señala que el Pacto Verde, como parte de la Mesa de Diálogo, es un esfuerzo bonito, interesante y necesario.
“Sin embargo, los que estamos aquí sabemos que lo único que no esperamos es que fuera un esfuerzo fútil. Todos estamos de acuerdo en la mayoría de los temas, en esencia. Ahora bien, ¿cuántos años duramos discutiendo la Estrategia Nacional de Desarrollo para que hoy día sea un libro bonito y bien encuadrado al que ningún gobierno, ni el que la aprobó ni el que sigue, lo toma en cuenta?”.
DESDE LA IGLESIA CATÓLICA
Jovanny Kranwinkel comenta que la defensa del medio ambiente es parte de la doctrina social de la Iglesia católica desde hace más de 40 años, cuando el papa Pablo VI advertía sobre los riesgos de un mal manejo de los recursos naturales.
A partir de este llamado que hiciera Pablo VI durante una visita a Colombia en 1968, la gente comenzó a cuestionarse qué estaba pasando con la deforestación, con la minería…, explica el comunicador social.
Años más tarde, el papa Juan Pablo II introduciría el concepto de pecado ecológico para alertar sobre el compromiso personal hacia el medio ambiente, una alerta que llegó a todo el mundo con la publicación en 2015 de la encíclica Laudato si’, en la que el papa Francisco trató sobre el cuidado de la casa común.
“La iglesia en los últimos años ha fortalecido esa doctrina, que estaba algo dormida. El Laudato si’ es la suma de todo lo que para atrás se había dicho en términos ambientales”, sostiene Kranwinkel.
CANSADOS DE TANTAS REUNIONES
“A nosotros nos duele que el tema ambiental sea la cenicienta del tema político. Nadie como que quiere ese Ministerio. De hecho, Orlando aceptó un mes después, fue el último ministro que aceptó, porque al parecer ese no genera muchos beneficios políticos. Hay que ser sinceros, es un Ministerio de tensión, de pleitos, de lucha. Todas estas reuniones no han logrado cambios”, dice Kranwinkel.
Añade que en República Dominicana existe una cultura de daño al ambiente.
“¿Cuántas reuniones hicimos para un pacto similar con Domínguez Brito? ¿Qué pasó con estas reuniones? Llegó un momento en que llegamos al cansancio. Se infringe la ley y no pasa nada por falta de reglas claras, de un régimen de consecuencias”.
De los últimos diálogos, resalta que han ido surgiendo cosas que no salieron a flote en el diálogo con Francisco Domínguez Brito, ministro de Medio Ambiente entre 2016 y 2118.
“Lo que ahí se perdió en pocos meses fue un retroceso terrible, y tenemos el temor ahora de que se repita. Hay que tener cuidado de a quién le encargan el ministerio como persona, a quién ponen ahí, para que no volvamos al retroceso. Esa crisis es la que termina asesinando a Orlando Jorge. Por un pedido de incumplimiento a la franca de la ley. Ese muro que tenían los valores humanos de Orlando, que fueron una contención, ¿otro lo tendrá? Ahora estamos pidiendo como iglesia: señores, Gobierno, tengan cuidado. Estamos hablando es de la salud de la casa. Él (Orlando) generó una sinergia en el último mes que nos animó dentro del desánimo del ‘ya para qué hablar, si hemos hablado durante 20 años’. Como iglesia, vemos en este momento que este pacto es urgentemente realizable”.
UN SACRIFICIO QUE NO PUEDE PERDERSE
“Creo que todo el mundo coincide en que si bien la persona que disparó contra Orlando provoca su muerte, no es quien lo mató. Ese no es quien lo mató significa que hay demasiadas circunstancias atenuantes que provocan que este tipo de situaciones sean posibles», considera Nelson Bautista.
Opina que si no existieran esas circunstancias, las situaciones fueran inverosímiles, casuísticas, ni siquiera pensables, de que el sistema nuestro conspire contra sus propios actores para literalmente quitarlos del medio.
“Lo único a lo que uno aspiraría desde la óptica ambiental, como parte del tejido social, es que ya hubo un sacrificio que terminó con la vida de una persona que estaba intentando hacerlo de la mejor manera posible, y ese sacrificio no puede perderse porque si todo sigue como está en la actualidad, como él lo heredó y como continuó, quien venga está primero atado de manos y pies y, segundo, tendrá la latencia sobre su cabeza de dos escenarios: uno, o complazco a todo el que quiere que quebrante la ley, o me la juego y pongo en riesgo mi propia vida, tratando de hacer un ejercicio que en cualquier sociedad del mundo es normal, que es cumplir con el mandato de la ley”.
Entonces, entiende que el gran reto de la sociedad y en particular del gobierno dominicano es desmontar, desde el punto de vista de las mañas y trampas institucionales, los trucos instituciones que tiene el Ministerio, y tratar de que a quien sea que designen ahí tenga el atributo ético y moral, la capacidad y sobre todo la voluntad de asumirlo con ese criterio de responsabilidad.
“Desde luego, tiene que haber un esfuerzo de Estado, y como esfuerzo de estado no estamos hablando nada más de que designe a una persona adecuada, sino que permita que eso se oxigene y salga de ese ministerio toda la gente que está ahí por compromiso político y sin la capacidad o cualidad ética. Siempre he creído que en ese ministerio hay gente buena, hay más gente honesta que mala. Pero lamentablemente siempre les han dado más capacidad de maniobra y acción a los pocos traviesos que hay”.
Y concluye: “Nuestra aspiración es que se aproveche la coyuntura de duelo, de dolor, y se encamine al ministerio por el sendero institucional, algo que finalmente terminará beneficiando, en modelo como cascada, a todos los sectores, a la sociedad, al empresariado, a la institución como tal. Más que un nombre y una persona, un modelo de trabajo”.
SINERGIA Y ALIANZAS
Michela Izzo hace hincapié en el tema de la sinergia. Cree que es responsabilidad de las entidades terceras, del sector social y de alguna manera externas al sector gubernamental, dar a conocer más lo que hacen a nivel de territorio y buscar la manera de enlazar esas acciones.
“Eso va a hacer que los líderes no se queden aislados y solos; porque un líder que se queda solo sencillamente lo matan, quizá no físicamente, sino en términos de acción política, de acción social; entonces hay que trabajar para crear un liderazgo difuso, y salirse un poco también del recelo organizacional”.
Apunta que hay que tratar de trabajar en procesos más que en proyectos, y esto implica establecer sinergia y alianzas.
“Hay que empezar desde un núcleo de instituciones y personas que quieren trabajar de un modo diferente”.
Guakía Ambiente trabaja en todo el territorio nacional y en parte de la región fronteriza de Haití. Con sus proyectos, la fundación ha impactado a unas 150 comunidades locales.
OBJETIVO: QUE SE CUMPLA LA LEY
Para María Urbaneja, el crimen del ministro de Medio ambiente es, más allá de todo, un tema contra la institucionalidad.
Entiende que un mensaje a destacar es que se podido rescatar, a través del diálogo, el valor que cada sector le da tanto a la institucionalidad como al hecho de que el Ministerio debe reforzarse.
“El tema político está demasiado complicado y nosotros tenemos que ser como una contraparte de eso ahorita. El sector social, el ambiental, la iglesia, el sector privado, tenemos que ser como un contrapeso a todo lo que no queremos”. Agrega que el mensaje tiene que ser mucho más en positivo de lo que se había logrado, “de que aquí hay organizaciones dispuestas a aportar para la institucionalidad del Ministerio, para su fortalecimiento, que lo que quedó claro en la mesa es que queremos que se cumpla la ley”.
Por eso, insiste, el mensaje tiene que llegar muy fuerte.
“Todos estamos de acuerdo en que queríamos que se cumpliera la ley, que se fortaleciera la institucionalidad del Ministerio, no resaltar las porquerías que existen, que han existido y que seguirán existiendo, sino que se sepa que en ese diálogo (queda otro diálogo) se pudo reconocer que no todos los empresarios son malos y que estas coincidencias pueden ser una barrera para que las cosas malas no pasen de aquí, porque hay un consenso”.
MÁS IMPRESIONES
Eladia Gesto, de la fundación Propagás: “Como Mesa del Pacto Verde entiendo que ha sido hasta la fecha el mejor ejercicio democrático en que diferentes sectores de la sociedad dominicana se han sentado a discutir abiertamente sobre temas importantes. Este es un tema de nación, una agenda dominicana liderada por el Ministerio en la figura de Orlando, que en paz descanse, pero también entiendo que otro valor es que le da institucionalidad, o sea, aportó el peso de la institucionalidad al seguimiento de la agenda de los temas ambientales fundamentados en la ley”.