Los Nationals de Washington, el equipo que pocos daban para tener una temporada exitosa luego de perder al toletero Bryce Harper en la agencia libre, conquistó su primer título de las Grandes Ligas al imponerse a los Astros de Houston, 6-2, en el séptimo y decisivo choque de la Serie Mundial celebrado en el Minute Maid Park de Houston.
Washington, de paso, se convirtió en el primer equipo en la historia de las Mayores en ganar el Clásico de Otoño al obtener sus cuatro victorias como visitantes. Los tres triunfos de Houston también fueron como visitantes en el Nationals Park. Los Nats ganaron los primeros dos juegos de la serie, luego perdieron tres corridos en el Nationals Park y derrotaron a los Astros en juegos corridos en Houston.
Dave Martínez el dirigente de los Nationals de padres puertorriqueños, se agenció su segundo anillo de campeonato luego de asumir la dirección de los Nationals en el 2018; también se proclamó campeón como coach de banco de los Cubs de Chicago en 2016. Por segundo año corrido un dirigente boricua o de raíces puertorriqueñas consigue el título de la Serie Mundial, luego que Alex Cora lo logró el año pasado al mando de los Red Sox de Boston.
Histórico campeonato de Serie Mundial para los Nationals de Washington
Mientras, su contraparte de los Astros, Zack Greinke, comenzó de manera sólida al apenas permitir un indiscutible y otorgar un boleto gratis en seis entradas trabajadas. El derecho, inclusive, registró tres entradas en las que solo realizó ocho lanzamientos para retirar a los Nationals.
Scherzer, no obstante, se las ingenió para salir de aprietos en las entradas tres y cuatro, episodios en los que Houston tuvo, al menos, un corredor en base. En total, los Astros abandonaron cinco corredores a merced de Scherzer y la defensa de los Nats.
Pero el dique finalmente se desbordó en la parta baja de la quinta. Michael Brantley comenzó la tanda con un indiscutible. Aunque Scherzer ponchó a Alex Bregman y forzó en segunda a Brantley mediante jugada de selección en roleta de Gurriel, Yordan Álvarez trabajó boleto gratis y adelantó a su compatriota cubano a la intermedia.
Acto seguido, el santaisabelino Carlos Correa disparó un batazo al predio izquierdo que remolcó a Gurriel y llevó a Álvarez hasta la antesala. Robinson Chirinos fue víctima de un ponche que acabó con la amenaza, pero los Astros añadieron a su delantera, 2-0.
Cuando parecía que Houston se encaminaba a ganar su segunda Serie Mundial en los últimos tres años, los Nationals calentaron motores y finalmente descifraron a Greinke.
Anthony Rendon liberó su bate y sacudió un vuelacercas solitario por el jardín izquierdo que recortó a 2-1 la ventaja de los Astros. Y luego que Greinke le dio base por bolas a Juan Soto, Howie Kendrick puso a Washington en la delantera definitiva, 3-2, con un bambinazo de dos carreras por el predio derecho.
El batazo, por segunda noche consecutiva, desinfló los ánimos de la fanaticada de Houston y marcó la salda de Greinke del montículo. Will Harris y Roberto Osuna se encargaron de cerrar la entrada, pero el daño ya estaba hecho.
Washington añadió su cuarta anotación en la octava mediante sencillo impulsor de Juan Soto, mientras que las carreras cinco y seis llegaron en la alta de la novena mediante hit de dos carreras de Adam Eaton.
(Fuente: Elnuevodia.com)