La adolescencia es la transición de la niñez al inicio de la edad adulta. Es una etapa en la que hay cambios físicos y emocionales, por lo cual es catalogada por muchos como la etapa de la rebeldía. Pero ¿qué sucede cuando en el adolescente se presentan manifestaciones que no son características de este período, cuando se observan patrones de conducta que no son normales y que se pueden salir de control? Es entonces cuando se requiere la intervención de un especialista de la salud mental.
Las afecciones mentales impactan el pensamiento, los sentimientos, los estados de ánimo y el comportamiento de quien las padece. Pueden ser momentáneas o durar una gran cantidad de tiempo y lo más importante es que afectan la capacidad de relacionarse con los demás y funcionar cada día. Así asegura a Listín Diario el psiquiatra Luis Ortega Pineda.
Un adolescente que padece algún trastorno mental es susceptible de sufrir exclusión social y discriminación por parte de aquellas personas que no entienden esta condición. De aquí nace la necesidad de educar a la población sobre el origen, las características y el tratamiento de este problema.
Origen y características
Según el especialista, una enfermedad mental es causada por una compleja interacción entre diversos factores biológicos, sociales y psicológicos, donde el componente genético es el más medible, ya que hay más de 200 genes involucrados.
Entre las enfermedades mentales más comunes en los adolescentes se encuentran la ansiedad, la depresión, los intentos de suicidios, el déficit de atención, los trastornos conductuales, el estrés postraumático y el trastorno bipolar, entre otros.
Es importante un diagnóstico oportuno para tratar la enfermedad en cuestión, por lo cual el especialista se auxiliará de una buena historia y valoración clínica, que irá acompañada de pruebas psicométricas y muchas veces serán necesarias pruebas complementarias.
Ortega destaca que no hay un solo tratamiento para las enfermedades de salud mental, pues se utiliza una gama muy amplia de fármacos y psicofármacos. Además, en la mayoría de los casos estos deben de ir acompañados de terapias psicológicas para obtener una mejoría o cura del padecimiento.
En lo que respecta al suicidio, es una realidad latente en personas de diferentes edades de todo el mundo. En el contexto de Estados Unidos y de Latinoamérica, Ortega menciona cifras de la Oficina Regional de las Américas de la Organización Mundial de la Salud correspondientes al 2021: Canadá (4,525), Brasil (13,467), México (6,537), Argentina (4,030), Colombia (3,486), Chile (1,893), Perú (1,567) y Bolivia (1,326). De estos, se estima que más de la mitad son adolescentes. En lo que respecta a República Dominicana, el especialista asegura que no hay una cifra oficial del 2021, pero sí se ha publicado que hubo más de 600 muertes por suicidios. Lamentablemente, la falta de registros y subregistros no deja ver la gran magnitud del problema.
¿Cómo ayudar al adolescente?
Tener un adolescente en casa con una enfermedad mental puede ser bastante estresante para todos los miembros de la familia que no saben cómo lidiar con esta situación. No obstante, Ortega asegura que además del apoyo familiar se requiere del apoyo de las máximas autoridades para la solución de esta problemática.
“Claro que hay que involucrar a la familia, pero también hay que entender que son enfermedades, por lo que es el Estado que tiene que crear políticas para la prevención y el tratamiento de la salud mental de los adolescente”, dice.
Luis Ortega. Se formó como médico en Psiquiatría en el Hospital Can Misses de Ibiza, España. Tiene un Master en Neurociencia por la Universidad Europea Miguel de Cervantes, España. Actualmente es el Jefe del Servicio de Salud Mental en Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Infantil Santo Socorro. Se desempeña como médico ayudante del servicio de Psiquiatría del Hospital Dr. Luis E. Aybar y ofrece consulta en el Centro de Vida y Familia Ana Simó. Además es docente universitario.