Un majestuoso tapete floral de 1,000 metros cuadrados, tejido con más de 200,000 flores y realzado por una experiencia multisensorial, engalana con su aroma y colores a Medellín como abrebocas de la Feria de las Flores, que se llevará a cabo en la ciudad entre el 5 y 15 de agosto.
Este tapiz natural, elaborado en el corazón del centro comercial Santafé y que estará exhibido hasta el 4 de septiembre, cobra vida con un mandala en movimiento y la interpretación de «Flor de Iris», una obra musical inédita inspirada en el diseño del fastuoso arreglo floral, que invita a contemplarlo y a disfrutar su fascinante olor bajo la frase «Respira al ritmo de las flores».
«Después de dos años con una pandemia y de usar tapabocas, queríamos que los visitantes disfrutaran en esta ocasión de ese concepto de respirar en un lugar que siempre huele a flores para la feria«, explicó a Efe la gerente general de Santafé, María Fernanda Bertel.
Describió al emblemático tapiz como un «regalo mágico» que desde 2011 le entregan a la ciudad para el disfrute de sus habitantes y de los turistas, que este año encontrarán «una experiencia multisensorial con una obra de arte que podrán ver, apreciar, sentir, respirar y escuchar».
Para hacer un homenaje a la tradición silletera, un centenar de personas trabajó por once meses en el desarrollo del gigantesco tapiz, que necesitó de una semana para el montaje de 27.300 plantas, entre ellas petunias rojas, rosadas, moradas, fucsias, azules y blancas, además de marigold en colores amarillo y naranja.
En cuanto al diseño del tapete, inspirado en el aire y en el milagro de la respiración, destaca una gran flor central de 12,5 metros de diámetro, instalada sobre una plataforma giratoria, que sus creadores concibieron como «un mandala de flores en constante movimiento» para llevar a los visitantes a meditar y descubrir «joyas ocultas».
LA MELODÍA DE LAS FLORES
Luego de cautivar con anteriores montajes, entre ellos dos en 3D con aves como protagonistas -un pavo real de 12 metros y dos colibríes de gran volumen, además de coloridas mariposas suspendidas-, el centro comercial buscó por primera vez conectar a la música con las flores para elevar la experiencia en el tapete, que ha llegado a atraer a unos 2.500.000 de visitantes en pasadas ediciones.
El pianista colombiano Santiago Bertel compuso «Flor de Iris», una pieza de 12 minutos inspirada en el tapiz, que interpretó por primera vez ante el público el viernes en el concierto de inauguración, en un ensamble con el cuarteto de jazz Byron Sánchez.
Desde una tarima que permite divisar todo el esplendor de las más de 200.000 flores, se dio un momento musical mágico junto al piano, que continuará con una serie de conciertos que acompañará la exposición floral con jazz latino y ritmos colombianos como cumbia y bambuco.
ARTE CON SENTIDO SOCIAL
Al finalizar la exhibición, el público podrá llevarse un pedazo del tapiz a su casa donando desde 3.000 pesos con el fin de recaudar fondos para el programa «Barriguitas Llenas» de la Fundación de Atención a la Niñez (FAN), que atiende a la población infantil y se enfoca en evitar su desnutrición.
Para aumentar el monto recaudado, con una iniciativa que impacta a más de 10,000 niños, este año el tapete contó con un 5 % más de flores, con respecto a los anteriores.
«Trabajamos hace 12 años con esta fundación. Le donamos el tapete completo, así que soñábamos con tener más flores para ese destino final», comentó Bertel.
Entre las actividades también está la apertura del mercadillo artesanal «Sanalejito», entre el 5 y 15 de agosto, donde más de 60 emprendedores ofrecerán productos tradicionales con sabores típicos de la región.
Con joyas como el tapete y el Desfile de Silleteros, Medellín se alista para vivir la Feria de las Flores con normalidad y la expectativa de atraer a más de 28,000 visitantes, el 40 % de ellos internacionales, de países como Estados Unidos, México, Ecuador y Argentina, según la secretaría de Desarrollo Económico de Medellín.
«El tapete es un homenaje a la tradición silletera, la silleta más grande que se le regala a la ciudad. No está en las calles, pero sí en un centro comercial, en una miniciudad, donde turistas nacionales y extranjeros la pueden visitar», sostuvo la gerente de Santafé.