Más de 400 oficinas de Western Union distribuidas en todo el país y en las cuales los cubanos suelen cobrar buena parte de las remesas enviadas por sus familiares desde Estados Unidos cerrarán sus puertas en medio de una creciente política de restricciones impuestas por Washington a la isla.
En un comunicado el martes por la noche, la firma Fincimex, una entidad que opera el dinero enviado a Cuba y que tiene el convenio con Western Union, informó que debido a las regulaciones impuestas por la administración del presidente Donald Trump se paralizarán las operaciones de la remesera estadounidense.
“Las remesas familiares hacia Cuba han sido politizadas continuamente por la extrema derecha anticubana. Desde septiembre del 2019, el gobierno de Estados Unidos viene aplicando medidas coercitivas para restringir el flujo”, dijo el texto de Fincimex publicado en su página en la red social Facebook y luego leída en el noticiero estelar de la televisión cubana.


