Al menos 3,661 personas han sido asesinadas este año en Haití, un país devastado por la violencia de las bandas criminales, que también son responsables del secuestro de cientos de personas a cambio de rescate, informó este viernes la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Según el organismo, Haití está enfrentando el nivel de violencia más grave desde 2023, con un cambio significativo en las tácticas de operación de estas bandas.
«Algunas víctimas fueron alcanzadas por disparos al azar mientras se dirigían al trabajo, usaban el transporte público o estaban en sus hogares; otras fueron ejecutadas a plena luz del día, acusadas de supuestamente informar a la policía o a las autoridades, o de oponerse a las actividades de las bandas», señala el informe presentado ante el Consejo de Derechos Humanos, reunido en Ginebra.
La entidad de derechos humanos ha documentado asesinatos en circunstancias atroces, con víctimas mutiladas con machetes y luego quemadas. Las bandas criminales graban estas escenas y las publican en redes sociales para infundir terror y controlar a la población.
La ONU destacó que la misión multinacional de seguridad desplegada en Haití, destinada a ayudar a las autoridades a enfrentar esta situación fuera de control, necesita más equipo y personal. Actualmente, solo cuenta con 430 agentes de los 2,500 efectivos prometidos por varios países.
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El informe también señala que al menos 860 personas murieron y 393 resultaron heridas entre enero y junio durante operaciones policiales y patrullas en la capital, Puerto Príncipe, incluyendo 36 niños.
La violencia de las bandas se ha extendido a otras zonas del país, como el distrito de Bas-Artibonite, a 100 kilómetros de la capital, una región agrícola donde la extorsión y los ataques han obligado a los agricultores a abandonar más de 3,000 hectáreas de tierra, poniendo en riesgo la producción de alimentos.
Se estima que 1.6 millones de personas en Haití se encuentran en situación de inseguridad alimentaria aguda.
La ONU también expresó preocupación por el aumento de la violencia sexual, señalando que el número de sobrevivientes se quintuplicó en los primeros tres meses del año, pasando de 250 a 1,543 casos. Según los datos, el 75 % de los crímenes corresponden a actos de violencia sexual.