Las acusaciones que recaen sobre Sean “Diddy” Combs han sacudido los cimientos de la industria musical y en medio de su carrera como productor y rapero, el nombre del rapero ha sido vinculado a graves denuncias que podrían cambiar el curso de su trayectoria.

Recientemente, tres hombres han presentado demandas alegando que fueron drogados y violados por el magnate del hip-hop entre los años 2019 y 2022. Según los documentos presentados ante el Tribunal Supremo de Nueva York, las acusaciones incluyen desde fiestas exclusivas en East Hampton hasta suites de hoteles en Manhattan.

Una pesadilla despierta

El testimonio de uno de los demandantes, identificado como John Doe, describe cómo fue invitado a una fiesta en la mansión de Combs en East Hampton en 2020.

Según el reporte de ABC News sobre la demanda, el anfitrión le sirvió una bebida que contenía una sustancia desconocida que lo dejó incapacitado. “Cayó inconsciente y despertó al encontrar a Sean Combs y otro hombre sobre él, realizándole actos sexuales que no pudo consentir mientras estaba desmayado”, se lee en el documento judicial. El hombre, quien pidió permanecer en el anonimato por temor a represalias, relata que al despertar vio que una cámara estaba grabando la escena.

Un patrón inquietante

Otro de los demandantes, ex empleado de Combs, relató un incidente similar en una suite del hotel InterContinental en Times Square en 2020.

Asegura que durante una reunión, Combs le sirvió una bebida que lo dejó aturdido y luego fue agredido sexualmente en un sofá de la habitación. “Desperté y vi a Sean Combs sobre mí, realizándome actos sexuales sin mi consentimiento”, comentó el demandante. Este hombre, que también pidió mantener el anonimato, añadió que durante el ataque, Combs le habría dicho que si se atrevían a hablar, nadie les creería porque “él es Diddy”.

Temor a represalias

Las demandas también incluyen testimonios de cómo los hombres fueron intimidantes después de los incidentes.

El tercer demandante, un hombre que había trabajado para Combs durante 14 años, afirmó que la noche terminó con una amenaza directa por parte del magnate: “Ir a la policía solo haría que me viera como un tonto y que mi palabra no significara nada porque él es Diddy”. Este hombre, quien decidió finalmente demandar después de años de silencio, explicó que las amenazas de Combs lo habían paralizado y temía por su seguridad.

Respuestas y reacciones de parte de Combs

Las respuestas legales de Combs han sido contundentes, con sus abogados negando las acusaciones y argumentando que las demandas son falsificaciones.

“Estos demandantes no son más que unos mentirosos que buscan lucro fácil al presentar demandas anónimas”, aseguró el abogado de Combs, quien denunció las tácticas de intimidación hacia los demandantes y criticó el uso de demandas anónimas. Por su parte, los abogados de las víctimas argumentan que la falta de anonimato podría poner en peligro la vida de sus clientes y su capacidad de testificar libremente sin miedo a represalias.

A medida que avanza el caso judicial, las demandas contra Combs podrían marcar un antes y un después en cómo la industria maneja las denuncias de agresión sexual y el poder que las figuras públicas ejercen para intimidar a sus acusadores. La transparencia y la justicia ahora son más cruciales que nunca en un entorno donde las voces de las víctimas han sido sistemáticamente silenciadas por miedo y por el poder de las figuras de la industria.