A 10 kilómetros del municipio Yamasá, en la comunidad de Los Mosquitos, vivía la niña Cristal del Orbe, quien perdió la vida el pasado primero de abril a causa de la difteria.
Con una mirada desorientada, su madre Jennifer del Orbe cuenta a elCaribe que su pequeña, de tan solo tres años, presentó una ligera fiebre y dificultad para respirar. Sin embargo, este padecimiento lo vio “normal” debido a que ella sufría de asma.
“Ella era una niña muy sana, siempre vivía jugando para arriba y para abajo con sus amiguitos. Nunca se había puesto así. No sé por qué le pasó eso”, expresó.
Al constatarse de que la fiebre no cedía decidió llevar a la infante al Centro San Antonio, de donde los galenos la despacharon sin ni siquiera revisarla, indicándole unos antibióticos y un acetaminofén en jarabe que debía ser suministrada cada ocho horas. “Ellos me entregaron una suspensión y una acetaminofén. Me dijeron: con eso tu hija se va a mejorar”, dijo.
Cristal duró aproximadamente tres días con fiebre, situación que motivó a su progenitora a llevarla al hospital principal del municipio, desde donde fue referida al Hospital Infantil Robert Reid Cabral.
El traslado de la menor desde Yamasá se realizó en una ambulancia del centro asistencial y con la compañía de una enfermera, quien estuvo encargada de monitorear la evolución de la menor.
Narró que previo al traslado, a Cristal le habían colocado un tubo para ayudarla a respirar.
De acuerdo con la madre, al llegar al centro hospitalario la niña fue recibida en la Emergencia, lugar al que no pudo tener acceso.
“Cuando ella llegó al Angelita ((Hospital Infantil Doctor Robert Reid Cabral), llegó bien, incluso estaba respondiendo las preguntas que una enfermera le hizo. A las dos horas ellos me dijeron que a la niña le dio un paro respiratorio”, enfatizó.
Desmiente haber firmado un papel al centro de salud, donde supuestamente ella alegaba que todo estaba bien respecto a su hija, como la entidad plantea.
La pequeña vivía desde su nacimiento junto a su padre en Hato Mayor, pero por motivos laborales de su progenitor fue llevada en marzo a casa de su madre.
“Él se la llevó cuando ella tenía seis meses. Yo me la traje hace un mes, porque él empezó a trabajar y no tenía con quien dejarla”, dijo.
Del Orbe tiene cuatro hijos y Cristal era su única niña.
Vacunación
La directora del hospital municipal de Yamasá, Jacqueline Paulino, informó que hasta el momento se han suministrado 400 dosis de vacunas a los niños, quienes están siendo inmunizados de acuerdo al esquema.
“Se ha ido a los lugares donde se han presentado casos de difteria y se ha hecho vacunación casa por casa”, dijo.
Explicó que entre los síntomas más comunes de la enfermedad están la dificultad respiratoria, dolor de garganta, ronquera, fiebre, secreción nasal y escalofríos. Afirmó que a raíz de la pandemia del coronavirus, muchas personas han descuidado la inmunización de sus hijos por miedo a contagiarse. (Por Rosmery Feliz / El Caribe)