Los casos que forjaron a Yeni Berenice Reynoso

Antes de los grandes casos de corrupción (Antipulpo, Calamar, Coral 5G, Medusa y la Operación 13), Yeni Berenice Reynoso hizo carrera en el Ministerio Público como fiscal de Santiago y, posteriormente, como fiscal del Distrito Nacional.

Su mantra de transparencia y servicio a la ciudadanía no ocupó muchos titulares, pero le valió el premio Calidad 2010 del Ministerio de Administración Pública por su labor en la Fiscalía de Santiago durante la gestión de Leonel Fernández. En 2014, fue nuevamente reconocida con la medalla de plata en el Premio Nacional a la Calidad, otorgado por Danilo Medina.

Más allá de los premios, se le reconoce como una fiscal combativa en casos de alto perfil mediático y político. Ha tenido conflictos, algunos judiciales, con jueces, colegas fiscales y superiores. Ha asegurado que el día que “sienta temor” o “tenga miedo”, se retirará de sus funciones.

Actualmente, Reynoso es procuradora general de la República Dominicana, en sustitución de Miriam Germán Brito.

Neal Cruz (**YENI BERENICE DURANTE LA JURAMENTACIÓN EN EL PALACIO NACIONAL DE LA REPÚBLICA COMO PROCURADORA GENERAL DE LA REPÚBLICA.**)

Hizo reputación en Santiago

Uno de los primeros casos que dirigió la santiaguera fue el intento de asesinato contra la exejecutiva bancaria Miguelina Llaverías en 2007. Logró una condena de 20 años para Adriano Román Román, quien había ordenado el atentado contra su expareja. En 2010, procesó nuevamente a Román por el intento de asesinato contra el comunicador y abogado de Llaverías, Jordy Veras, lo que derivó en otro proceso judicial.

Ese mismo año, Reynoso lideró la investigación de una presunta estafa de más de 100 millones de dólares en la Dirección General de Aduanas, conocida como el caso de fraude en Now Logistic y Almadela. La investigación, que involucró a hijos de políticos y funcionarios del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), generó una disputa con la procuradora de la Corte de Apelación, Vielka Calderón, quien intentó modificar las medidas de coerción contra algunos acusados. Aunque Reynoso logró prisión preventiva para varios imputados, con el tiempo algunos fueron liberados condicionalmente.

También en 2010, presentó una querella contra la jueza interina Luisa García por presuntas faltas graves en sus funciones, al no ejecutar sentencias contra imputados en casos de narcotráfico y crimen organizado.

El salto a la capital

Pocos recuerdan la lucha de poder que rodeó su designación en la capital. Tras semanas de discusiones, Radhamés Jiménez Peña, entonces procurador general, hizo el anuncio y tuvo que defender públicamente la legalidad del nombramiento de Reynoso como fiscal de carrera.

Sin embargo, su desempeño en Santiago le abrió las puertas y contó con respaldo popular. Su llegada a la Fiscalía del Distrito Nacional aumentó su exposición mediática, enfrentándola a figuras del poder político y económico del país.

Uno de los casos más sonados que llevó fue el del exministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, acusado de corrupción, estafa y lavado de activos. Reynoso inmovilizó sus cuentas bancarias y solicitó auditorías a la Cámara de Cuentas. Sin embargo, la Cuarta Sala Penal del Distrito Nacional ordenó el archivo definitivo de las querellas penales en su contra.

Lamentó la decisión en redes sociales: “Que la impunidad siga de fiesta. Tribunal dispone archivo definitivo de todas las investigaciones realizadas en el caso del exministro Díaz Rúa”.

Durante ese proceso, se enfrentó con la jueza Margarita Cristo Cristo, a quien acusó de favorecer a imputados. Esto derivó en una querella en su contra por supuesta violencia verbal en audiencia.

Otro caso que captó la atención pública fue su lucha por evitar la extinción del proceso de apropiación ilegal de terrenos en Bahía de las Águilas. Reynoso presentó un recurso de casación para evitar el cierre del caso y recuperar los terrenos en favor del Estado. Aunque los jueces del Primer Tribunal Colegiado declararon extinta la acción penal, los terrenos fueron recuperados, pero no hubo sanciones para los responsables.

En 2013, Reynoso lideró la querella presentada por el político Guillermo Moreno contra el expresidente Leonel Fernández, a quien acusaba de corrupción y lavado de activos a través de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode). La Fiscalía admitió y tramitó la querella, pero posteriormente Reynoso la archivó alegando falta de tipificación penal. La decisión generó un fuerte debate en la opinión pública y una respuesta enérgica de Moreno, quien la calificó de “insólita”.

A nivel internacional, su postura en el caso del exnuncio Jozef Wesolowski, acusado de abuso infantil en República Dominicana, marcó otro hito en su carrera. Reynoso insistió en que debía ser juzgado en el país, argumentando que los delitos se habían cometido bajo la jurisdicción dominicana. Sin embargo, una vez Wesolowski salió del país, el Vaticano asumió el caso y las víctimas dominicanas no obtuvieron justicia en el país.

Además de los casos de corrupción y crimen organizado, Reynoso también se pronunció sobre la privacidad digital, recordando que revisar el teléfono móvil de la pareja sin consentimiento es un delito tipificado en la Ley 53-07 sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología.

Asimismo, su liderazgo en la lucha contra la violencia de género se evidenció en el caso del merenguero Antonio Peter de la Rosa (Omega), condenado por violencia intrafamiliar agravada. Omega admitió haber golpeado a su expareja y fue sentenciado a cinco años de prisión suspendida, con el compromiso de cumplir las condiciones establecidas por el tribunal.