Carlo Acutis, un adolescente italiano fallecido en 2006, estaba programado para ser canonizado el 27 de abril de 2025, convirtiéndose en el primer santo millennial de la Iglesia Católica. Sin embargo, la ceremonia fue pospuesta debido al fallecimiento del papa Francisco el 21 de abril de 2025.
Nacido el 3 de mayo de 1991 en Londres y criado en Milán, Carlo mostró desde temprana edad una profunda devoción por la Eucaristía. A los siete años recibió su Primera Comunión y desde entonces asistía diariamente a misa y rezaba el rosario.
Su vida estuvo marcada por una espiritualidad intensa y un compromiso con los valores cristianos.
Acutis también era un apasionado de la informática. Utilizó sus habilidades para crear una exposición en línea sobre milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia, que ha sido exhibida en todo el mundo. Este enfoque innovador le valió el apodo de «el influencer de Dios» y ha sido propuesto como posible patrono de Internet.
El proceso de canonización de Acutis comenzó en 2013. Fue declarado «venerable» en 2018 y «beato» en 2020, tras el reconocimiento de un milagro atribuido a su intercesión: la curación de un niño brasileño con una rara anomalía pancreática.
En 2024, se reconoció un segundo milagro, la recuperación de una estudiante costarricense que sufrió un grave trauma craneal tras un accidente de bicicleta, lo que allanó el camino para su canonización.
El cuerpo de Acutis reposa en el Santuario della Spogliazione en Asís, Italia, y ha atraído a numerosos peregrinos. Su historia ha resonado especialmente entre los jóvenes, al mostrar cómo la fe puede integrarse en la vida moderna. La canonización de Acutis, una vez reprogramada, marcará un hito al ser el primer santo de la generación millennial, reflejando la evolución de la Iglesia en su relación con las nuevas generaciones.
La misa del Jubileo para adolescentes, en la que se esperaba la canonización, se llevará a cabo según lo previsto, como parte de las celebraciones del Año Santo inaugurado por Francisco en diciembre, aunque con modificaciones.
Estado de conservación del cuerpo
Durante la exhumación, se constató que el cuerpo de Acutis se encontraba en un estado «muy íntegro», conservando todos sus órganos, aunque no se puede considerar «incorrupto» en el sentido estricto que la Iglesia atribuye a ciertos santos.
Para facilitar la veneración, se realizaron trabajos de restauración, incluyendo la reconstrucción del rostro con cera y silicona, lo que ha contribuido a la percepción de que su cuerpo está intacto.
Explicación científica
Desde una perspectiva científica, la conservación del cuerpo de Acutis puede atribuirse a factores como las condiciones de enterramiento, el tipo de ataúd utilizado y el ambiente en el que se encontraba.
Estos elementos pueden ralentizar el proceso de descomposición, especialmente si el cuerpo fue enterrado en un lugar seco y fresco. Además, las técnicas de conservación aplicadas durante la exhumación, como la utilización de materiales para preservar la apariencia del cuerpo, han contribuido a su estado actual.
Es importante destacar que la Iglesia ha sido transparente al respecto, aclarando que el cuerpo de Acutis no es incorrupto en el sentido milagroso, sino que ha sido preservado mediante intervenciones humanas para su exposición pública.
Atracción de peregrinos
La tumba de Carlo Acutis se ha convertido en un lugar de peregrinación para muchos fieles, especialmente jóvenes, que encuentran en su vida un ejemplo de santidad contemporánea.
Su uso de la tecnología para difundir la fe y su profunda devoción por la Eucaristía resuenan con las nuevas generaciones, quienes acuden al santuario para rendirle homenaje y buscar inspiración espiritual.