La NASA presentó su avión hipersónico X-59 en las instalaciones de Palmdale (California, Estados Unidos) a principios de 2024 y, a finales de ese mismo año, dicha aeronave completó su primera prueba de funcionamiento del motor de postcombustión máxima.
La prueba demostró que el motor puede operar dentro de los límites de temperatura y con el flujo de aire necesario, confirmando que el motor funciona a la perfección con el resto de sistemas. Además, para corroborar que dicha aeronave puede abrir las puertas a los vuelos supersónicos comerciales sobre tierra, el avión X-59 de la NASA completó una prueba crucial en la que evidenció que puede volar a gran altura.
Dicho ensayo tuvo lugar sobre el desierto de California (Estados Unidos), pero sin despegar. Básicamente, la aeronave se sometió a una prueba de simulación en tierra para garantizar que el hardware y software permiten al X-59 volar con seguridad, funcionando correctamente en conjunto. Además, durante la prueba, los ingenieros de la NASA y el contratista Lockheed Martin activaron la mayoría de los sistemas del X-59, dejando el motor apagado, mientras tanto, al mismo tiempo, el avión estaba conectado electrónicamente a un ordenador terrestre que enviaba señales simuladas —como cambios de altitud, velocidad, temperatura o el estado de varios sistemas—.
Es importante mencionar que los pilotos conocían todo lo que experimentaría dicha aeronave durante cada prueba, e incluso ayudaron a planificarlas para centrarse mejor en la respuesta de los sistemas de X-59.
Esta prueba se llama ‘pájaro de aluminio’
En el ámbito del desarrollo aeronáutico, este tipo de pruebas se conoce como ensayo del ‘pájaro de hierro’, nombre que proviene de una estructura metálica básica donde se instalan y conectan réplicas de los distintos subsistemas de una aeronave para su verificación. Sin embargo, en este caso, los ingenieros bautizaron el proceso como ‘pruebas del pájaro de aluminio’, en alusión al material predominante en la construcción del X-59.
Además, a diferencia del enfoque tradicional con sistemas simulados en una estructura genérica, estas pruebas se realizaron directamente sobre el avión real y sus componentes operativos, lo que proporcionó una mayor certeza sobre la solidez del diseño.
Por lo tanto, con estas pruebas ya superadas, el siguiente hito de X-59 consiste en realizar su primer vuelo en las calles de rodaje del aeropuerto adyacente a las instalaciones Skunk Works de Lockheed Martin en Palmdale.
Características del avión X-59 de la NASA
Este avión mide 30 metros de largo y 4,27 metros de alto, podrá alcanzar una altitud de crucero 16.764 metros, volará a Mach 1.42 (lo que equivale a 1.760 kilómetros por hora), no producirá una explosión sónica alarmante cuando esté volando, posee un sistema de visión externo en HD para ver en tiempo real lo que sucede, equipa únicamente un motor que está colocado en la parte superior de la cola, y posee unas alas en forma de flecha para entrar en la atmósfera con mayor suavidad.
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