Las primeras críticas técnicas empezaron a surgir del anuncio gubernamental de que se aplicará una tercera dosis de vacunas, de marca diferente a la aplicada a cada persona.
El cardiólogo Pedro Ureña fue el primer en elevar su voz, en un twitter dijo que no hay data que avale la aplicación de una tercera dosis antes de los seis meses y mucho menos de una vacuna diferente.
En su cuenta @pedrourenacard dice que “si existe algún estudio que lo avale, por favor publíquenlo. RD no es un laboratorio”.
A las críticas de Ureña se sumó el epidemiólogo Carlos Feliz, quien asegura que es un invento más del gobierno para controlar una epidemia que, a su juicio, se le fue de las manos.
El también salubrista asegura que puede haber un tema de intereses comerciales en el anuncio de la tercera dosis.
En tanto que la presidenta de la Sociedad Dominicana de Infectología le saca las castaños del fuego al Gabinete de Salud, al decir que “la idea no es descabellada”.
“La medida se tomó por la presencia de nuevas variantes y casos de infecciones de vacunados Se han hecho estudios en poblaciones especiales, como trasplantados, que indican que poner una tercera dosis mejora la respuesta inmune”, refiere Clevy Pérez.
La doctora Pérez, quien aclara que sus declaraciones son a título personal, indica que la tercera dosis es una opción que se ha estado analizando en muchos países donde han surgido nuevos casos.
“Países como Israel, que han vacunado con Pfizer, están volviendo a las restricciones porque se está presentando incremento de los casos”, anotó, en una información publicada por el portal www.resumendesalud.net, especializado en difusión de informaciones médicas. (ED)