Más de 75 réplicas se han registrado luego del sismo de magnitud 5.4 que sacudió el este del país la noche de ayer, informó el sismólogo Emanuel Sordo Portorreal, del Centro Nacional de Sismología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Respecto a la magnitud de las réplicas, el especialista señaló que todas han sido de baja intensidad, siendo la mayor de 3.6, registrada en la zona de Punta Cana, y con epicentro en el Canal de la Mona.
«La Tierra continúa liberando energía. Las placas tectónicas que conforman esta falla, la del Caribe, sigue liberando energía en forma de sismos», explicó al referirse a la razón por la que ocurren réplicas tras un temblor.
Sordo Portorreal indicó que el sismo se originó en la falla del Caribe, la cual atraviesa parte de República Dominicana, Haití y Puerto Rico.
El sismólogo explicó que, lejos de ser motivo de alarma, esta secuencia de movimientos sísmicos debe interpretarse como algo positivo, ya que reduce la posibilidad de un terremoto de mayor magnitud.
«Al contrario de lo que muchos piensan, si la energía se libera mediante sismos pequeños, la probabilidad de un evento más fuerte disminuye significativamente, porque la energía acumulada se disipa poco a poco», aclaró.
Sordo Portorreal instó a la ciudadanía a seguir los canales oficiales de información y estar atenta ante cualquier alerta emitida por los organismos de protección civil.
«Este tipo de eventos, si superan los 6.5 grados de magnitud y ocurren mar adentro, pueden tener características tsunamigénicas, es decir, potencial de generar un tsunami que afecte las zonas costeras», advirtió.
Reiteró la importancia de estar preparados para un sismo, recordando que estos fenómenos no pueden predecirse, a diferencia de otros desastres naturales como los huracanes.
«Los sismos no tienen temporada ni horario. Pueden ocurrir en cualquier momento del año o del día, y no hay forma de anticiparlos», señaló.
Finalmente, recomendó a la población diseñar planes familiares de emergencia, conocer los refugios cercanos y estar conscientes de los riesgos del entorno.
«Si se emite una alerta de tsunami o se detectan daños estructurales por un sismo, es importante que la gente sepa dónde acudir, si vive en una zona segura o si debe trasladarse a algún refugio o punto de evacuación, especialmente en áreas vulnerables a derrumbes o deslaves», concluyó.