Por más de tres lustros, Jovanny Montero ha tenido por tarea meterse en el cerebro de cientos de atletas para ayudarlos a afrontar y gestionar la conducta y resultados del cruel mundo del deporte, una selva convertida en espectáculo global donde equipos, dueños o federaciones, patrocinadores, compañeros, rivales, fanáticos y algoritmos están configurados para elevar al Everest a esa fracción ganadora y lanzar al zafacón al grueso perdedor.
Doctor en psicología deportiva y dos maestrías obtenidas entre la UASD, Cuba, España y los Estados Unidos, Montero explica a Diario Libre cómo se crean escenarios donde el prospecto toma decisiones erróneas que los ponen en el precipicio hasta cómo un comentario no entendido por una Reina del Caribe la puede derrumbar al punto que él ha tenido que pedirles que desinstalen las redes sociales de sus móviles.
—¿Por qué fallan tantos prospectos e incurren en problemas?
“La mayoría de estos muchachos no tienen una asesoría adecuada, y simplemente pasan de ser los más pequeños de la casa a ser los proveedores, y siendo proveedor, entonces, todo el mundo tiene que hacer lo que yo diga, o como yo lo diga. Entonces, no hay una persona que enfrente esa situación porque no quiere salir de la gracia de estos muchachos… de la gracia económica. Son elementos culturales, educativos, de formación familiar, que inciden en que estos muchachos tengan éxito o no dentro del béisbol, y no hablo necesariamente de llegar a Grandes Ligas o no, sino de tener éxito, porque la mayoría se ha perdido en el proceso. Desde antes de firmar ellos tienen unos objetivos que son tan difícil de alcanzar que en el proceso se dan cuenta y ellos mismos desisten o comienzan a tomar decisiones que van en contra de su desarrollo”.
—¿Cómo gestionar un prospecto tanta presión?
“Estos muchachos comienzan a creer que no pueden cometer errores y que no pueden fallar y es mucha presión. Tienen la presión no solo de su entorno, tienen la presión de que si me firmaron por buen bono entonces estoy obligado a ser exitoso, obligado a llegar a Grandes Ligas, ahí entra un valor que generalmente no se ve y es el dopaje. He tenido en consultas muchachos que dicen que llegaron a doparse buscando salir de un slump (bache), buscando mejorar su rendimiento. Pero dónde está el asunto. ¿Castigarlo por el dopaje o educarlo y darle las herramientas para que ellos psicológicamente puedan salir de esos errores sin doparse?”.
-—¿Cuánto juega lo psicológico y lo físico?
“El factor mental dentro del juego yo diría que es un 70 %. No vas a aprender, vas a poner en práctica lo que ya has aprendido, lo que entrenaste. Si hay una coordinación entre cuerpo y mente sí el atleta tendrá la oportunidad de poner en ejecución todo lo que conoce, todo lo que sabe. Muchos atletas entienden que la parte física, técnico-táctica es más importante que la psicológica y como tienen eso logrado entonces la psicológica no tiene tanta importancia. Pero qué pasa cuando un atleta de alto rendimiento falla; ¿tiene las herramientas psicológicas para salir de ese slump, de ese fallo y mantener una perspectiva para alcanzar el objetivo? Eso hay que verlo. Muchos atletas de renombre se han caído, cometen un error y ese error lo cometen como 10 veces más adelante en el futuro y ese error se convierte en un hándicap y el atleta no es consciente de que está cometiendo ese error mental. Ahí es que entramos para ver esos elementos, esa relación que tiene ese atleta-rendimiento y cómo está percibiendo esa experiencia y ayudar al atleta”.
—¿Una bola de nieve?
- “Cada vez que un muchacho de esto firma, ya es profesional, lo único que le exige el equipo es tener rendimiento, entonces viven a diario con esa presión de que tengo que ser bueno, no puedo fallar, porque si no me van a botar, me van a dar release y es increíble la cantidad de peloteros con los cuales tengo sesiones en RD o en Estados Unidos porque le fue mal en un juego, tienen una semana mal y la primera mentalidad de ellos es “me van a votar” y eso le genera estrés, ansiedad, preocupación, miedo al fallo… una serie de elementos psicológicos que acaban con la carrera de estos muchachos, los destruyen y al destruirlo ya no tienen que dar y hacen, tomar malas decisiones”.
—¿Qué factores influyen?
“Influye el factor consciencia. Aun fuera de los deportes sabemos que fallar es parte del mismo proceso. Ahora, el significado que le damos al concepto fallar es lo que afecta o no al atleta. El pelotero sabe que batear de 10-3 lo hace un gran pelotero, pero no lo acepta. Al no aprender del error se hace una película mental de que no puede fallar, eso provoca que venga el fallo. No me puedo dar el permiso de fallar, lo utilizo como una mea culpa y comienzo a castigarme cada vez que cometo un error. Si hay expectativas en estos atletas que van a ser que sus fallos sean mucho más significativos”.
—¿Wander Franco y su cadena de conflictos dentro y fuera?
“Hay elementos que es parte de la personalidad de Wander Franco. Hay otros que es parte de la subcultura, de dónde viene, cómo ven las cosas, entonces, eso lo lleva a tener conflictos con compañeros, con entrenadores y con familiares. Eso lo lleva a asumir una posición donde nadie puede opinar o nadie sabe de eso, yo soy el que sé, y yo me voy a comportar como yo diga y cuando yo lo diga. Esa soberbia que desarrolló en un momento Wander Franco yo creo que le hizo bastante daño y fue incapaz de ver un poquito más allá en su futuro y el daño que le estaba provocando a su carrera”.
-¿Es corregible?
“Sí, sí. Yo creo que lo que él está pasando ahora mismo lo ha hecho preguntarse, él viene de una familia muy honorable, muy buena, tuve la oportunidad de conocer la familia y algunos miembros de la familia y es una familia bastante unida, pero Wander Franco popularmente se creyó una película que no era su realidad. Yo creo que debe aprender de todo esto, parte de su comportamiento no es su personalidad, es aprendido y si ha aprendido tiene la oportunidad de hacer los cambios necesarios”
-¿Entienden las federaciones el nivel de importancia del psicólogo?
“Poco. Muchos dirigentes entienden que es un gasto, no una necesidad, muchos dirigentes entienden que hasta que el atleta no presenta un problema el psicólogo deportivo no es una necesidad. Es un error, la sicología deportiva debe ser parte del entrenamiento. No podemos esperar que caiga en el hoy, si le damos las herramientas para que aunque caiga pueda salir de esa situación eso es sicología. Ni atleta, entrenadores, ni dirigentes ni dueños de equipos ni las autoridades entienden que la importancia de la psicología deportiva es dar las herramientas para que los atletas puedan gestionarse por si mismo en cada situación”.