Uno de los accidentes más frecuentes con los móviles suelen estar relacionados con las caídas al agua, sobre todo en verano cuando la gente va a la playa o piscina. Los móviles más modernos suelen incluir la resistencia IP67 o IP68, lo que indica que son resistentes al polvo y al agua con variantes de profundidad y de tiempo, según el fabricante.
Pero realmente no todo es tan simple, ya que no significan que siempre sean inmunes al agua en cualquier situación y el principal problema es que no toda el agua es igual.
La sal y el cloro: dos malos amigos para el móvil
El agua de mar tiene sal y la de las piscinas tiene cloro, dos elementos que son muy agresivos para los componentes internos del móvil, pese a que el dispositivo sea «resistente al agua». Esto es así porque en las pruebas que se realizan en los laboratorios se aplica agua limpia y a temperatura normal, nada de cloro, sal, etcétera.
Es decir, que tengan resistencia IP68 no significa que pueda meterse en el mar o en la piscina sin sufrir daños, de hecho la mayoría de las garantías no cubren los datos provocados por agua salada o con cloro, aunque el móvil tenga esa certificación IP.
¿Por qué la sal y el cloro son tan peligrosos para el móvil?
La sal del mar acelera un proceso de «corrosión» que afecta a los metales del interior del teléfono, incluso aunque el agua se seque, ya que sigue dañando las piezas. Es decir, tanto la placa base, el lector de tarjeta SIM o el puerto de carga se estropean fácilmente con el agua de mar.
Por otra parte, el cloro de las piscinas no los daña tan rápido, pero con el paso del tiempo afectan a componentes como la carcasa, lentes o protección contra el agua. En ambos casos, aunque el móvil siga funcionando después de mojarse, en la mayoría de ocasiones el daño aparece más tarde.
Sensores internos de humedad
Los fabricantes suelen incluir unos sensores de humedad dentro del teléfono que, al detectar agua, cambian de color y eso anula la garantía. Suelen teñirse de algún color potente para indicar que el móvil ha estado en contacto con líquido y la compañía ya no cubre la garantía debido a que excluyen daños por líquidos «no potables».
Cómo prevenir y que hacer si se me cae el móvil al agua
Para empezar, evita meter el teléfono en el mar y en la piscina, aunque tenga resistencia IP68. Si se moja por accidente, enjuágalo con agua dulce y sécalo con un paño limpio, pero no lo pongas a cargar. Apágalo y llévalo en cuanto puedas al servicio técnico.