Mientras se acerca a sus 42 años, Nelson Cruz sigue siendo parte de la élite de toleteros de las Grandes Ligas y aunque mantiene una gran productividad de juego, las interrogantes sobre hasta cuándo podrá seguir con su desempeño en el alto nivel comienzan a ser habituales cada día.

El reconocido bateador designado viene de una temporada de 32 cuadrangulares, 86 carreras empujadas y promedio de bateo de .265 en 2021, en su actuación con los Mellizos de Minnesota y Tampa Bay Rays, una temporada de buenos registros, aunque se puede identificar una baja en el rendimiento del jugador de acuerdo con las estadísticas de nueva generación.

Según esas métricas, se establece que el toletero le hizo swing en un 31% a los pitcheos fuera de la zona de strike que vio durante toda la temporada del 2021, marca mayor a lo que había sido su 27.3% en estos casos durante el 2019.

A medida que se aumenta la tasa de swings a lanzamientos fuera de la zona, se vuelve normal el efecto de reducir su cantidad de bases por bolas, pasando de obtener “cuatro malas” en un 11.7% de sus apariciones al plato en 2019; la pasada campaña solo obtuvo una tasa de 8.7%.

Una de las principales causas de estos dos factores antes mencionados, fue el bajón en su productividad al enfrentarse a pitcheos rompientes, teniendo la tasa de 41.6% de swings sin ningún contacto en el 2021, así como el promedio de slugging de .448, representando una baja con respecto al 2019 cuando se enfrentó a esos pitcheos, donde tuvo una marca de .520 en ese renglón.

Del mismo modo, su frecuencia de contactos de punto óptimo (en la masa del bate, como se conoce coloquialmente), que son aquellos batazos con ángulo de golpes entre los 8 y 32 grados, pasó de ser de un 38.3% en 2019 a solo un 31.8% para lo que fue el 2021.

Por esto podemos evidenciar que pasó de producir batazos siendo líneas en 2019 en un 27%, hasta lo que fue un 22% para el 2021.

Cruz entra al 2022 a la que significará su décima-octava campaña desde su debut en las Grandes Ligas.

El dominicano lucirá por primera vez la camiseta de los Nacionales de Washington, tras acordar contrato por US$15 millones, que además incluye una opción mutua para un posible regreso del jugador para 2023 al club.

El bateador designado mantiene su fama de ser muy productivo al madero, aunque la baja en su rendimiento, desde su selectividad en el plato, como los tipos de batazos que produce, son dos factores que ampliamente generan dudas sobre su rendimiento a futuro, mucho más refiriéndonos a un jugador de 41 años y 8 meses de edad.