LUNES, 1 de abril de 2019 (HealthDay News) — No siempre es posible reducir el colesterol solo mediante la dieta; a veces no hay forma de vencer al ADN, y el uso de medicamentos es obligatorio.
Pero ciertos alimentos pueden formar parte de un plan para mejorar los niveles, tanto para reducir el colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL), que es el malo, como para aumentar el colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL), que es el bueno.
En primer lugar, elija alimentos con fibra soluble. Imagínese que este tipo de fibra es un imán, que atrae al colesterol y lo saca del cuerpo. La avena, el salvado de avena, la cebada, los frijoles, la berenjena y el quimbombó (también conocido como angu y ocra) son buenas fuentes. Cuando se usan en recetas, esos alimentos tienden a absorber los sabores de otros ingredientes, así que sea aventurero al planificar las recetas, y generoso con las hierbas y las especias.
Las manzanas, uvas, fresas y cítricos son buenas opciones, debido a su pectina, un tipo de fibra soluble.
Luego, elija alimentos con grasas poliinsaturadas. Incluyen a los aceites vegetales, por ejemplo de canola, girasol y cártamo, además del pescado graso como el salmón, rico en ácidos grasos omega 3, y la mayoría de los tipos de semillas y frutos secos.
Los alimentos vegetales también contienen sustancias llamados esteroles y estanoles vegetales, que ayudan a evitar que el cuerpo absorba el colesterol. Las coles de Bruselas, el germen de trigo y el salvado de trigo, los cacahuates y las almendras, y los aceites de oliva, sésamo y canola son fuentes particularmente buenas.
En términos de los alimentos que se deben limitar, hable con su médico sobre sus necesidades particulares. Los alimentos ricos en colesterol, como el marisco y los huevos, no son tan peligrosos como se pensaba. Todavía no hay certeza sobre la grasa saturada de la carne, pero algunas investigaciones han encontrado que el yogurt, la leche e incluso el queso con toda su grasa podrían ser buenos.
El tipo de grasa que se debe evitar del todo es la grasa trans. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. prohibió su adición a los alimentos en 2018, pero como algunos fabricantes han recibido extensiones, ciertos artículos podrían estar en las tiendas hasta enero de 2021. Siga revisando los ingredientes de cualquier alimento empacado que piense comprar.