Becky Lynch derrotó a Charlotte Flair y Ronda Rousey para convertirse en campeona femenina de Raw y SmackDown para cerrar WrestleMania 35.
Lynch le propinó a Rousey la primera derrota de su carrera en la WWE a través de un flash roll-up, aprovechando una situación apalancada para arrebatar una victoria instantánea en el primer evento principal femenino de WrestleMania.
Desde las entradas iniciales del espectáculo, quedó claro que Lynch estaba siendo apartada de Charlotte Flair y Ronda Rousey, quienes ingresaron con una cantidad de destello que ciertamente estaba a la escala con la importancia de un evento de WrestleMania. Flair, canalizando la opulencia de su apellido, voló al MetLife Stadium en un helicóptero y entró por la puerta. Rousey fue acompañada al ring por la música en vivo Joan Jett y los Blackhearts.
Pero Lynch, que representa mucho a la gente común, salió con pompa y circunstancia mínimas y algunos cañones de humo disparándose al aire. Caminó por mucho más: un rugido de aplausos y una vertiginosa exhibición pirotécnica que marcó el cierre de WrestleMania 35, y el inicio de una nueva era de WWE.
A pesar de que la campana señaló el inicio del encuentro a medianoche del lunes por la mañana, el público seguía tan entusiasmado como en cualquier otro momento en que Lynch logró ubicar a Rousey, cerrando un espectáculo en el que el público también obtuvo buenas sensaciones de Seth. Rollins para abrir el show y Kofi Kingston para terminarlo