Dos hombres en Arkansas decidieron festejar sin control y, al parecer, terminaron haciendo algo que la mayoría de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, probablemente habríamos querido hacer: dispararle a tu amigo a quemarropa directo al pecho, dijo la policía.
Según una declaración jurada ante la policía, después de haber estado bebiendo durante horas, nuestros dos borrachos protagonistas, Charles Ferris, de 50 años, y Christopher Hicks, de 36, decidieron que sería una gran idea poner a prueba la calidad de un chaleco antibalas disparándose uno al otro mientras lo llevaban puesto. Luego, la policía le dijo a la estación de televisión local KFSM, que cuando los policías llegaron y les preguntaron qué había pasado, inventaron toda un historia para que no los arrestaran. (Intervención del narrador: de cualquier forma, fueron arrestados).
Ninguno de los dos resultó gravemente herido, pero como ya mencioné antes, un disparo duele muchísimo, por lo que ambos experimentaron bastante dolor. Cuando Ferris se quejó con su esposa la única persona racional en esta historia de lo mucho que le dolía, ella lo convenció de ir al hospital.
¡Qué historia!. Estoy seguro de que los policías estaban completamente convencidos de que la historia de Ferris era cierta, pero luego apareció su esposa y les dijo que los dos hombres estaban completamente borrachos y se dispararon mutuamente. Entonces, Ferris cambió rápidamente su historia y dijo la verdad. Los dos hombres fueron arrestados el 31 de marzo y están siendo acusados de agresión agravada. Si son declarados culpables, enfrentarán una pena máxima de seis años en prisión y una posible multa de $10,000 dólares ($200 000 pesos aprox.).