TRÍPOLI.- Al menos cuatro personas murieron y otras 23 resultaron heridas en bombardeos de la fuerza aérea bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del país, sobre el sur Trípoli, informó hoy el presidente del comité de emergencia en el Ministerio de Salud, Fawzi Unis.
Una fuente de seguridad explicó a Efe, por su parte, que los ataques tuvieron lugar anoche en un área residencial de la localidad de Al Falah, y que el objetivo fue “una brigada de la Guardia Presidencial del Gobierno de Unión Nacional (GNA) en las cercanías del centro de Trípoli”.
Yunis exigió que se revele la verdad sobre verdaderamente quién apoya a Hafter e insistió en que este bombardeo “se suma al expediente de un criminal de guerra cuyos objetivos son la venganza y encubrir sus pérdidas militares”.
“El GNA reitera una vez más su compromiso a limpiar las ciudades de criminales y a que la operación ‘Volcán de la ira’ continúe adelante”, señaló.
En la misma línea, el presidente de la Empresa Nacional de Petróleo (NOC), Mustafa Sanallah, condenó los ataques y advirtió que representan “un peligro” para los procesos de producción y la economía nacional.
El mariscal inició el cerco a la capital el pasado 4 de abril con el secretario general de la ONU en Libia, Antonio Guterres, de visita oficial en la capital, en un claro mensaje a la comunidad internacional.
En las casi tres semanas de combates han muerto más de 270 personas mientras que cerca de 1.300 resultaron heridas y más de 30.000 se han visto obligadas a desplazarse de forma interna, informó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los combates han afectado igualmente a los miles de migrantes irregulares que están confinados en centros de detención de Trípoli, y a los que se intenta trasladar a lugares más seguros en el norte de la ciudad.
La batalla por el control de la capital, que de ganar Hafter le concedería prácticamente el control absoluto del país, ha puesto de relieve la compleja red de injerencias extranjeras que padece Libia desde la revolución que en 2011 acabó con la dictadura de Muamar al Gadafi.