El mercado laboral cambió, no es noticia para nadie que la revolución digital ha transformado todo, la forma en que nos comunicamos, trabajamos y relacionamos, hasta cómo administramos nuestra memoria (voluntariamente o no).
-“Abre los clasificados” me dijo mi papá una tarde “¿Qué ves?”
Era la década de los 80, en esa época la sección de clasificados del periódico era una de las principales fuentes de búsqueda de trabajo.
-¿Dime, viste cuál es el empleo más requerido?
-Secretarias, le contesté.
-Quiero hacer un acuerdo contigo, me expresó, “nunca te diré qué estudiar en la universidad, a cambio quiero que hagas un secretariado, mi principal objetivo, es que pase lo que pase, siempre tengas una alternativa segura para conseguir trabajo ¿aceptas?».
De esa conversación al día de hoy, el cuento ha cambiado mucho, tanto que hace poco, pasó el día en el cual se hace homenaje a esa posición y transcurrió sin pena ni gloria. Ya no salen anuncios de floristerías con ofertas de arreglos, restaurantes con un menú para secretarias o me voy más lejos, shows musicales (con almuerzo incluido claro) dedicados a las secretarias.
El mercado laboral cambió. No es noticia para nadie que la revolución digital ha transformado todo, la forma en que nos comunicamos, trabajamos, nos relacionamos y hasta cómo administramos nuestra memoria (voluntariamente o no).
Esta transformación ha llegado a todos los entornos. Lo normal al pensar en digital, es creer que nos referimos a teléfonos inteligentes, a las redes sociales o a la manera en que consumimos música, pero esta revolución es mayor, es transgresora, no hace más que crecer y, poco a poco, transformar nuestra cotidianidad. Prácticamente ninguna carrera se escapa de esta nueva realidad.
El mundo laboral cambia frente a nuestras narices. Los escolares de hoy se preparan para carreras que no existen. Las nuevas especializaciones responden a nuevas necesidades y una gran mayoría de estas están alineadas directamente a los avances tecnológicos.
Las carreras tradicionales que reciben un upgrade o actualización son las siguientes:
En comunicación surgen ramas como: community manager, social media specialist, analistas de big data.
En el área de ingeniería en sistemas: desarrolladores de aplicaciones, video juegos, realidad virtual y aumentada.
En derecho: especialistas en drones y cyber seguridad.
La robótica tiene más auge que nunca.
En un futuro muy cercano se necesitarán especialistas en impresión 3D ya que, en esta nueva modalidad se podrá desarrollar en un montón de industrias.
Ciertamente, la tecnología sustituirá funciones específicas, pero aun así no hay por qué preocuparse, aprovechemos lo que esta hace por nosotros y aprendamos a vivir con ella.
Aceptar los cambios y los retos que traen consigo, cada cambio es una nueva oportunidad.
La posición de secretaria en las empresas se transformó, sus principales funciones fueron sustituidas por computadoras, teléfonos con Callers ID (identificador de llamadas) y celulares que traen consigo recordatorios y alarmas, como ya sabemos la taquigrafía pasó a la historia. La secretaria de los 80 evolucionó a una asistente con nuevos roles, más cooperativa, competitiva, más útil en nuevas áreas y con más autoridad e independencia.
En cuanto a los centros de estudios estos tienen nuevos desafíos (y no me refiero a cursos online), las metodologías deberán transformarse. Desarrollar el respeto, la curiosidad y la creatividad deben convertirse en pilares de la educación, nada de esto podrá ser sustituido por máquinas.
Volviendo a la conversación con mi papá, su propuesta funcionó, sí hice el secretariado, gracias a este conseguí mi primer empleo, el cual pude mantener mientras estudiaba publicidad, la carrera que finalmente elegí, ahora bien, si esta historia se repitiera 30 años después, estoy segura que me hubiera propuesto tomar un curso de community manager.