Cuando los Mets de Nueva York adquirieron al dominicano Robinson Canó durante la temporada muerta por medio de un cambio con los Marineros, el conjunto de Nueva York demostró que estaba decidido a volver a ser contendiente en la División Este de la Liga Nacional.
Cinco meses después, la luna de miel parece haber terminado. Canó generó controversia por su segunda falla en el corrido de bases durante un decepcionante fin de semana para los Mets.
Su derrota por 3-0 el domingo ante unos Marlins en reconstrucción completó la primera barrida propinada por los Peces desde septiembre del 2017.
Con un corredor en la primera base en la cuarta entrada, Canó pegó un batazo cerca del plato que el receptor Chad Wallach agarró justo por la línea de foul. Acto seguido, Wallach tiró a la segunda base, donde el torpedero venezolano Miguel Rojas inició una doble matanza sin problemas porque Canó no corrió hacia la primera base. En vez de eso, el quisqueyano discutió la decisión con el árbitro.
El dirigente del equipo de Queens, Mickey Callaway, también salió a platicar con el umpire.
Pero lo que agregó más polémica fue que la percibida falta de esfuerzo de Canó llegó dos juegos después de que el segunda base se confundiera con la cantidad de outs en un episodio y no corrió a toda velocidad durante una parte crucial del encuentro del viernes.
Rendimiento
“Tuvimos un nivel de esfuerzo”, declaró Canó, quien lleva promedio de .245 con tres jonrones en el 2019, con OPS de .667. “Esto es sólo un mal momento por el que está pasando todo el equipo. No hay motivos para bajar la cabeza. Sólo debemos salir y seguir luchando. Los mejores equipos en el juego — en cualquier deporte — simplemente pasan por esta clase de rachas”.
Por su parte, Callaway agregó lo siguiente: “Es un momento difícil para él. Esta clase de cosas pasa cuando nada está saliendo bien”.