Este es el campanero blanco (Procnias albus), también conocido en Venezuela como pájaro campanero, es un ave que se encuentra en el escudo guayanés —una región que abarca Guyana, Surinam y la Guayan Francesa, además de partes de Brasil, Colombia y Venezuela, en el noreste de América del Sur— y que tiene un graznido que alcanza los 125.4 decibelios. Es decir, es más ruidoso que un concierto de rock y casi tan ruidoso como la detonación de un arma de fuego. No tiene, sin embargo, la misma melodía que hay en un concierto de rock, ni la explosividad de una detonación, pero al escuchar el ruido que produce el campanero es difícil asegurar que se trata en verdad de un pájaro.
El sonido que emite remite a un robot que tiene una infección en la garganta.
No obstante, Jeffrey Podos y Mario Cohn-Haft se aventuraron a la selva sudamericana para grabar al campanero blanco y a otra ave muy ruiidosa conocida como bellbird y otro volador increíblemente ruidoso conocida en algunas partes como la piha gritona (Lipaugus vociferaus), también conocido como minero gritón o guardabosques gritón, entre otros apelativos. Su estudio, publicado el lunes en la revista Current Biology, muestra que el chillido del campanero es más fuerte que el de cualquier otro pájaro en el mundo. El récord anterior, sostenido, precisamente, por los gritos de la piha, era de unos 116 decibelios, pero Podos y Cohn-Haft encontraron que el graznido del campanero es 9 decibelios más fuerte.
La piha gritona susurra, prácticamente, si se compara con el estruendo que produce el campanero blanco. Sorprendentemente, es más ruidoso que los monos aulladores, más grandes y corpulentos, los cuales apenas alcanzan unos 114 decibelios. Es decir, para un pájaro tan pequeño, es bastante notable el ruido que genera.
¿Por qué es tan ruidoso el campanero blanco? Por supuesto, para atraer a una pareja. Mientras que gritarle al sexo opuesto no es una práctica que dé buenos resultados a los humanos, el volumen del canto de los campaneros machos es una forma de atraer a las hembras. De hecho, el canto más ruidoso de todos se dio cuando las hembras se acercaron a los machos.
«Mientras observamos a los campaneros blancos, tuvimos la suerte de ver a las hembras unirse a los machos en sus perchas», dijo Podos en un comunicado de prensa. «En estos casos, vimos que el canto de los machos era el más ruidoso. No solo eso, además giran dramáticamente durante esos cantos, para hacer sonar la nota final del canto directamente hacia las hembras».
Este es un comportamiento bastante inusual, señala el equipo, ya que la mayoría de las aves y los animales utilizan sus cantos más fuertes para comunicarse a largas distancias, no para jugar el juego de la seducción a un lado de la potencial pareja. Como señala el estudio, a cuatro metros de distancia, los campaneros hembra podrían poner en peligro su propia audición. Sin embargo, el motivo por el que se quedan tan cerca de los machos cuando gritan su metálica melodía sigue siendo un misterio.