En medio de la algarabía que agitaba a la nación por lo que representaba la toma de posesión del nuevo Gobierno en plena crisis económica y sanitaria derivada de la pandemia del covid-19 el presidente, Luis Abinader, se presentó a la ceremonia de cambio de mando conduciendo un Tesla S que, lejos de pasar desapercibido, despertó todo tipo de comentarios y análisis.
El propio CEO de Tesla, Elon Musk, agradeció a través de Twitter que el mandatario dominicano eligiera un producto de su marca como el vehículo presidencial, acción que ha llevado a muchos a aseverar que Abinader es el primer presidente del mundo en confiar su conducción a la electromovilidad, un ramo respetado de la industria automotriz por considerarse económica y ecológicamente sostenible.
“Yo no soy político ni me involucro en eso, pero cuando un presidente toma una decisión que le ahorra dinero al país, es un beneficio para todos”, estima Lemuel Espinal, que calificó la noticia de la llegada del presidente en un vehículo eléctrico como un “detonante”, por lo que representa para los usuarios de ese tipo de automóviles en el país.
Para Lemuel, que maneja un vehículo eléctrico desde hace dos años, la invitación del presidente a Musk para que considerara a República Dominicana como un centro de inversión significó más que la respuesta a otro tuit. “El empezó con un carro, pero me imagino que tiene la visión de tener flotilla de vehículos en la calle, de que se pueda recargar en centros que generen energía limpia y que eso signifique cero gastos para la nación, lo cual es algo muy positivo”.
De llenar el tanque a enchufarlo: Usuarios hablan sobre su factibilidad
Como mecánico automotriz con más de 25 años de experiencia de trabajo en Estados Unidos, Espinal es consciente de que abandonar los vehículos de combustión para adquirir uno eléctrico no es una opción viable para todo el mundo. Reconoce que al mercado dominicano le faltan muchas millas por recorrer para que la electromovilidad sea fácil y accesible.
También estima que realizar la inversión dependerá de las prioridades, gustos y necesidades de cada quien, pero entiende que este tipo de movilidad está hecha para quienes desean ahorrar dinero y disminuir el impacto que genera al medio ambiente la emisión de carbono, dos cosas que ya forman parte de su modo de vida.
Radicado en Tenares, Espinal instaló paneles solares en su hogar, por lo que las facturas eléctricas del contador dejaron de llegar. No necesita pagar por energía, porque produce la que necesita. La adquisición de un Nissan Leaf 2016 representó un paso más hacia una vida sostenible y amigable con su entorno.
Recuerda haber invertido US$17,500 para la compra de su auto, un modelo usado. El resultado ha sido un ahorro de más de RD$300,000 en dos años.
“Mi esposa gastaba, más o menos RD$3,000 semanales en combustibles, llevando a las niñas al Colegio IADIS, en San Francisco. Esos eran unos RD$12,000 mensuales. Si yo estuviera pagando luz en mi casa, eso hubiera significado un gasto de RD$2,000 pesos, por lo que tendríamos un ahorro de RD$10,000. Pero como yo produzco mi propia energía, eso ha sido un ahorro del 100%”, asegura.
Esta experiencia la comparte José Hernández, residente en San Francisco de Macorís, quien destaca que, desde su adquisición de un Nissan Leaf 2015 hace cinco meses, dispone de alrededor de RD$1,400 pesos para recargar el tanque en comparación con los casi RD$12,000 que tenía que echar de gasolina para su carro de combustión en el pasado. (El Jaya)