San Francisco de Macorís.- El joven Víctor Ortega narró cómo se tragó un Gillette, luego que se tomara un poco de refresco que le habían dejado sus compañeros en el taller de pintura donde trabaja.
Desde su lecho en el hospital público de esta localidad, Ortega agradeció a Dios el hecho de que el objeto cortante no le provocó daños pese a que además, había enmohecido.
La navaja fue extraída mediante cirugía.