El cáncer al igual que otras enfermedades se puede prevenir y diagnosticar antes de que alcance una etapa avanzada y se disemine a otros órganos del cuerpo. Anteriormente visitar al urólogo para una consulta rutinaria era una ‘’tortura’’ para los hombres, pero con los avances tecnológicos ese temor ha ido desapareciendo.
El cáncer de próstata se caracteriza por crecer lentamente, sin síntomas, ni dolor. Dependiendo del estado del paciente, los tratamientos para este tipo de carcinoma incluyen: observación activa, radioterapia, quimioterapia y, entre otros procesos, la intervención quirúrgica.
En la actualidad, el advenimiento de la cirugía urológica por vía mínimamente invasiva, como por ejemplo mediante el uso de la plataforma robótica para la resección de la próstata o vejiga, o para la extirpación de nódulos del riñón, confieren algunas ventajas como ser menor sangrado, menor dolor y más rápida recuperación de los pacientes, explicó el doctor Fernando Pablo Secin, urólogo-oncólogo de Cleveland Clinic.
‘’La cirugía mínimamente invasiva se ha convertido en estándar de cuidado para muchas cirugías urológicas en los Estados Unidos dado que el cirujano puede realizar la misma intervención quirúrgica que se logra por la vía convencional pero a través de pequeños orificios en el abdomen, lo que generalmente causa menor dolor y menor sangrado. Además, la recuperación podría ser más rápida’’, especificó.
El doctor Secin asegura que el procedimiento es igual de complejo que con la cirugía convencional pero el cirujano principal tiene mayor comodidad dado que opera sentado en una consola, controlando cuidadosamente los instrumentos, mientras una cámara dentro del paciente ofrece una visualización 3D de primer plano operatorio. «Es como tener una visión magnificada y el instrumental en miniatura que puede girar y doblarse en cualquier dirección dentro del paciente», sostiene.
Cleveland Clinic fue uno de los primeros en los Estados Unidos en establecer un programa de prostatectomía laparoscópica en el 1997. El sistema quirúrgico robótico de última generación que utiliza Cleveland Clinic ha sido aprobado por la FDA para la realización de muchos procedimientos quirúrgicos, incluidas las prostatectomías radicales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que, a nivel regional, se habían diagnosticado 215 mil nuevos casos y más de 57 mil muertes de cáncer de próstata solo en el año 2020, lo que mantiene este tipo de tumor como el más común y el tercero en cuanto a mortalidad entre los hombres de Latinoamérica y el Caribe.
Prevención
Prevenir el cáncer de próstata es el aliado para que los pacientes tengan mejor calidad de vida. La aparición de este tumor está ligada a los hábitos de vida del paciente, a sus antecedentes familiares y al cuidado de la salud física, ya que para los especialistas estos datos son determinantes para la detección.
El cáncer de próstata no solo surge por herencia de parientes masculinos, sino que los hombres con antecedentes de familiares femeninos con nódulo también están propensos a desarrollar el tumor. “En algunos casos, los cánceres de mama u ovario son el resultado del síndrome hereditario, caracterizado por mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 (que inhiben los tumores malignos)”, argumentó el también oncólogo Secin.
Secin indica que tener una de estas mutaciones o síndromes genéticos no garantiza que la persona desarrollará cáncer de próstata, ni que tener antecedentes familiares con esta patología necesariamente confirme la presencia de una mutación genética o síndrome; las referencias de salud del núcleo familiar se pueden usar como herramienta de detección para ayudar a identificar si el paciente tiene una predisposición genética y si debe ser referido a un asesor genético.
Detalla que el médico considerará otros factores para evaluar el riesgo de tumor testicular del paciente. La edad es una de ellas, ya que su probabilidad de desarrollar la enfermedad aumenta a medida que envejece.
Además de los años de vida, la raza es otra característica que predomina en este padecimiento y son los hombres afroamericanos quienes tienen mayor riesgo de padecer cáncer de próstata y muerte por la enfermedad.
En ese sentido, destacó la importancia de recibir atención de médicos que brinden asistencia de primer nivel a pacientes con carcinomas y que estén a la vanguardia de las investigaciones nuevas y emergentes sobre el cáncer como en Cleveland Clinic.
Teniendo en cuenta los factores de riesgo, los expertos recomiendan que las discusiones sobre la detección con antígeno prostático específico (PSA) y otras pruebas comiencen a los 50 o 55 años para aquellos con riesgo promedio, pero antes para los grupos de mayor riesgo, como los afroamericanos.
La Sociedad Americana Contra el Cáncer en uno de sus informes destaca la importancia de las pruebas de detección del cáncer de próstata con PSA por su efectividad, ya que reducen la probabilidad de muerte.
Partiendo de donde esté localizado el cáncer o del estadio del tumor, se identificará la agresividad de la enfermedad y el tratamiento necesario para combatir su progresión. Una visita de rutina al médico podría salvarle la vida y prevenir a su familia.
Hoy/JC