Se trata de una receta antigua que nos han dado abuelas y madres toda la vida: si no puedes dormir, tómate un vaso de leche caliente. Te lo han dicho alguna vez ¿verdad? El triptófano de la leche es la razón que sustenta el popular consejo o, al menos, es lo que se creía hasta la fecha. Ahora, un grupo de investigadores ha descubierto que los péptidos presentes en la leche también podrían estar ayudando a que durmamos mejor.
Hasta ahora se pensaba que el poder del vaso de leche caliente antes de dormir para conciliar el sueño se debía a que contiene triptófano, un aminoácido esencial que obtenemos de los alimentos y que ayuda, entre otras cosas, a producir melatonina y serotonina, que intervienen en el sueño. El motivo de que la leche esté caliente y no fría es que las bebidas cálidas ayudan al cuerpo a relajarse y proporcionan una sensación de confort que facilita y mejora el sueño. Pues bien, el estudio recién publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry concluye que una mezcla de péptidos presentes en la leche y conocida como hidrolizado tríptico de caseína (CTH) alivia el estrés y mejora el sueño. Los investigadores han identificado péptidos específicos en el CTH que podrían utilizarse algún día en nuevos remedios naturales para combatir el insomnio.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en sus siglas inglesas), un tercio de los adultos estadounidenses no duermen lo suficiente. Los sedantes, como las benzodiacepinas y el zolpidem (análogo de estas), se recetan habitualmente para combatir el insomnio, pero pueden provocar efectos secundarios y adicción. Muchos sedantes actúan activando el receptor GABA, una proteína del cerebro que suprime la señalización nerviosa. Los científicos también han descubierto varios péptidos naturales, o pequeños trozos de proteínas, que se unen al receptor GABA y tienen efectos ansiolíticos y de mejora del sueño. Por ejemplo, al tratar la caseína, una proteína de la leche de vaca, con la enzima digestiva tripsina se produce la mezcla de péptidos CTH, que mejora el sueño. Dentro de esta mezcla, se ha identificado un péptido específico conocido como alfa-casozepina que podría ser responsable de algunos de estos efectos. Lin Zheng, Mouming Zhao y el resto de investigadores se preguntaron si podrían encontrar en el CTH otros péptidos, quizá más potentes, para mejorar el sueño.
Los investigadores compararon primero los efectos de la CTH y la alfa-casozepina en pruebas de sueño con ratones, y descubrieron que la CTH mostraba mejores propiedades para mejorar el sueño que la alfa-casozepina sola. Este resultado sugirió que en la CTH existen otros péptidos que promueven el sueño además de la alfa-casozepina. A continuación, el equipo utilizó la espectrometría de masas para identificar los péptidos bioactivos liberados por la CTH durante la digestión gástrica simulada, y examinó virtualmente estos péptidos para comprobar su unión al receptor GABA y su capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica (principal barrera para el transporte de medicamentos en el cerebro, que actúa también como una barrera inmunológica y metabólica). Cuando se probaron los candidatos más potentes en ratones, el mejor, el YPVEPF, aumentó el número de ratones que se dormían rápidamente en un 25 % aproximadamente y la duración del sueño en más de un 400 % en comparación con un grupo de control.
Además de este prometedor péptido, habría que explorar otros de la HTC que podrían mejorar el sueño a través de otras vías, dicen los investigadores.
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*Con información de Muyinteresante.es