Los surcoreanos votaban el miércoles por un nuevo presidente, en un proceso en el que un candidato liberal del partido gobernante y un exfiscal conservador son los favoritos en una reñida contienda que ha agravado las divisiones internas.
Los sondeos previos a las elecciones mostraban que el liberal Lee Jae-myung, exgobernador de la provincia de Gyeonggi, la más poblada de Corea del Sur, y su principal contrincante conservador, el exfiscal general Yoon Suk Yeol, estaban empatados, muy por encima de otros diez aspirantes.
El ganador tomará posesión del cargo en mayo y cumplirá un único mandato de cinco años como líder de la décima economía mundial.
Lee y Yoon protagonizaron una de las campañas políticas más enconadas de la historia reciente en el país.
Ambos acordaron hace poco que, si ganaban, no llevarían a cabo investigaciones por motivos políticos contra el otro, pero muchos creen que el candidato perdedor podría seguir enfrentándose a investigaciones penales por algunos de los escándalos en los que se ha visto implicado.
Según los críticos, ninguno de los dos candidatos ha presentado una estrategia clara sobre cómo reducirían la amenaza de Corea del Norte y sus armas nucleares.
Además, los votantes se muestran escépticos sobre la forma en que ambos manejarían las relaciones internacionales en medio de la rivalidad entre Estados Unidos y China y sobre cómo abordarían la creciente desigualdad económica y los disparados precios de la vivienda.
“A pesar de la importancia de las elecciones de este año, la contienda se ha centrado demasiado en campañas negativas”, afirmó Jang Seung-Jin, profesor de la Universidad Kookmin de Seúl, quien añadió que ninguno de los candidatos principales presentó un proyecto convincente sobre cómo dirigiría Corea del Sur.
Esta elección se produce en un momento en el que Corea del Sur se enfrenta a un aumento de casos de COVID-19 impulsado por la variante ómicron. El miércoles, las autoridades sanitarias surcoreanas informaron de 342.446 nuevas infecciones, otro récord.
Tras el inicio de las votaciones a las 6 de la mañana, los votantes provistos de mascarillas esperaron en largas filas en algunos colegios electorales antes de ponerse guantes de vinilo o utilizar desinfectantes para las manos para emitir su voto.
Las personas infectadas por el coronavirus debían votar después de que la votación regular terminara el miércoles por la noche.
De los 52 millones de habitantes del país, unos 44 millones de surcoreanos de 18 años o más pueden votar. Unos 16 millones emitieron sus votos durante la votación anticipada de la semana pasada.