Los miembros de la organización que lideraba el dominicano Carlos Julio Matos Montero “el temible Calín” en Europa, cuando eran detenidos por las autoridades, temían ser liberados porque entendían que si él se enteraba de que estaban en las calles, pensaría que colaboraron con las autoridades y seguro los mataría.
Este era uno de los principales temores de estos delincuentes, según relata una nota del diario El Español, que cita una fuente de la Policía, que les dijo que algunos de estos se echaban a llorar y que pedían que no los liberaran porque era una muerte segura.
“Algunos nos decían: ‘No me pongas en libertad’ ya que si Calín se entera de que estaban en la calle va a pensar que habían colaborado y les va a matar”, dijo la fuente de la Policía citado por el medio español.
Calín llevaba cerca de 10 años en España y su organización controlaba todo el proceso entre el origen y el destino de la droga en Usera y Asturias, siendo distribuidor e intermediario.
En la información del medio español se resalta que Matos Montero estaba acusado de por lo menos tres muertes aquí en República Dominicana y que a pesar de eso seguía en libertad.
Te puede interesar
Los encuentros con la justicia del “temible Calín” en República Dominicana
“Lo que pasa es que allí (en República Dominicana) pagas a la familia y al Estado y sales (de la cárcel)”, dice el inspector de la Policía que le detuvo, quien resalta que, aunque se le han demostrado estos tres asesinatos, algunos de sus cómplices aseguran que ha cometido más de 12, aunque nunca se han podido demostrar.
Una vida austera
Pese a las ingentes cantidades de droga que Calín pudo vender en España, en su vida cotidiana era muy austero. No conducía un vehículo lujoso ni comía en restaurantes caros. Vivía en un pequeño piso de Madrid con su pareja, que los investigadores sospechan que hacía las veces de contable.
La operación policial que culminó en su detención fue bautizada como Operación Fring, en referencia a Gustavo Fring, el personaje de la serie norteamericana Breaking Bad. “El temible Calín es igual: frío, profesional, calculador, austero, tremendamente cuidadoso y muy cruel”, agrega la nota de El Español.
La operación se realizó conjuntamente entre la Policía Nacional, el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Policía Judiciaria de Portugal. En total, hay 15 personas detenidas -la mayoría dominicanos- que contaban con diferentes roles en una organización dedicada a introducir y distribuir cocaína en España.
Los agentes realizaron siete registros en Madrid, uno en Alcorcón, otro en Getafe y un último en Granada. En total, intervinieron 83 kilos de cocaína, un revólver, siete vehículos, 4,240 euros en efectivo, 28 teléfonos móviles, dos básculas y dos envasadoras al vacío.