Luego del incidente que manchó de sangre la Ferretería Z & M, la Policía Nacional aún no tiene el rastro de Franyelis María Furcal, quien ultimó el pasado jueves de una estocada en el estómago al ciudadano chino Jhei Leet.
A cinco días del hecho, la uniformada informó a Diario Libre que ha solicitado varias órdenes de allanamiento para poder interceptar viviendas en la que entienden que Franyelis Furcal podría estar.
“La Policía Nacional sigue realizando las investigaciones y está solicitando órdenes de allanamientos en varias viviendas donde se presume que esta estaría oculta”, confirmó el vocero de la institución, Diego Pesqueira.
Asegura que las investigaciones para dar con su paradero continúan. Pesqueria reiteró su llamado a Franyelis para que se entregue por las vías que crea pertinente.
Diego Pesqueria indicó este lunes que la institución ha estado trabajando con familiares y abogado de Franyelis Furcal, quienes supuestamente han manifestado con la intención de entregarla de manera voluntaria.
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El domingo pasado, Juan Francisco Fulcar, padre de la prófuga, dijo desconocer el paradero de su hija y le exhortó ponerse a disposición de las autoridades para que se siga el proceso correspondiente, al afirmar que la familia le dará todo el apoyo requerido.
Se recuerda que Franyelis y Leet sostuvieron un incidente violento en el que esta le infringió una puñalada luego de que el hombre de nacionalidad china le diera una patada, según se aprecia en un video captado por cámaras de seguridad del lugar.
En el vídeo se aprecia a la joven lanzar una libreta de facturas al mostrador. Acto seguido, el chino patea a la dominicana, quien toma un arma blanca y le da una estocada en el abdomen.
“Siempre trataba mal a los empleados y no es la primera vez que pasaban las agresiones”
Los trabajadores dominicanos de la Ferretería Z & C fueron amenazados con ser despedidos si hablaban sobre la muerte del chino Jhei Leet, de 34 años, quien fue apuñalado por una empleada, que momentos antes había sido agredida por el hoy occiso.
Durante una visita de Diario Libre el pasado sábado al referido negocio se observó que los chinos en el local no le perdían “ni pies ni pisadas”, aún en el momento que estos les brindaban servicio a los clientes presentes.
“Ellos nos amenazaron con quitarnos el trabajo si hablamos, pero sí, el siempre trataba mal a los empleados y no es la primera vez que pasaban las agresiones”, manifestó una de las empleadas, a quien se pudo abordar de forma rápida.
La empleada confirmó que la víctima era sobrino de uno de los propietarios del lugar.