La evolución de los móviles en la última década ha sido muy pronunciada. Hasta tal punto que hoy en día se han transformado en herramientas verdaderamente versátiles capaces de desarrollar cualquier tarea. Justo por este motivo acostumbramos a usar el móvil durante todo el día y es por ello por lo que los fabricantes centran sus esfuerzos en ofrecer una batería de mucha capacidad para no experimentar situaciones desafortunadas y quedar incomunicados.
Sin embargo, hay ocasiones en las que no basta una autonomía duradera en el teléfono, puesto que un uso desmedido del dispositivo o la ausencia de cargador pueden provocar que la batería se agote por completo. Por suerte, en la actualidad tenemos a nuestro alcance ciertos accesorios para otorgar energía adicional como son las baterías portátiles o las fundas con batería integrada.
Son muchos los usuarios que disponen de una de ellas para recargar el smartphone en cualquier momento y lugar. Lo cierto es que cada una tiene sus ventajas y desventajas y por esta razón es conveniente establecer las diferencias entre ellas para conocer de primera mano qué opción es mejor.
Prestaciones de una Power Bank
Esta clase de accesorios cuenta con un funcionamiento exageradamente sencillo. Únicamente hay que conectar la batería portátil mediante el puerto USB del dispositivo para que comience la carga.
Esto supone una clara ventaja respecto a las carcasas con batería integrada. Principalmente, porque puedes conectarla a cualquier otro aparato que funcione a través de un conector USB-C. Claro está, no es oro todo lo que reluce, porque implica llevar contigo un complemento que puede no caber en un bolsillo.
Si bien es cierto que hoy en día existen modelos más ligeros y accesibles. De hecho, puedes encontrar baterías portátiles de mucha capacidad y de tamaño reducido por unos 20 euros aproximadamente. Esta es una de sus grandes ventajas, pues las fundas no logran tanta potencia como las power bank.
Otro inconveniente es la dificultad de utilizar el teléfono mientras permanece conectado a la batería, sobre todo, si esta última pesa en exceso. Esto obliga al usuario a emplear una mano para coger el terminal y otra para la batería, aunque hay casos que pueden agarrarse adecuadamente, pero a la larga termina siendo algo incómodo.
Cualidades de una funda con batería
En el otro lado tenemos un accesorio que funciona de manera realmente simple. Como podrás intuir, el hecho de ser una carcasa conlleva que solo con introducir el smartphone en su interior comenzará la carga.
La principal superioridad en comparación con el otro accesorio está en la portabilidad. Principalmente, porque no tenemos que llevar con nosotros un dispositivo externo, sino que va incorporada en el propio teléfono.
Esto a su vez implica una pérdida en el diseño, ya que esta clase de fundas no cuentan con una apariencia estética llamativa. Además, no hay tanta variedad como en el caso de las portátiles y es que no todos los modelos de móviles tienen a su disposición una carcasa de esta índole.
No obstante, el inconveniente más significativo que presenta este accesorio tiene que ver con la capacidad. Tal y como hemos mencionado unos párrafos más arriba, las fundas con batería no perciben una potencia similar a su competidora. Esto quiere decir que no permite aprovechar varios ciclos de carga en la mayoría de las ocasiones.
Una vez hemos expuesto las ventajas y desventajas que muestra cada uno, es el momento de tomar una decisión a modo de veredicto. Cabe destacar que es cuestión de gustos, pero las propiedades que ofrecen las baterías portátiles son muy superiores a las de su rival. Es por ello por lo que, pese a ser un dispositivo extra, pensamos que resulta mucho más efectiva a la hora de cargar el smartphone.
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