Aunque no lo creas, lo que comes también puede repercutir en tu memoria. De esta manera, si adoptas ciertos hábitos alimenticios puedes reforzar tu memoria a corto plazo y proteger tu memoria a largo plazo.
Investigadores de la Universidad Rush y de la Escuela de Salud Pública de Harvard desarrollaron la dieta MIND para proteger la memoria y prevenir la demencia. ¡Mira qué sencilla!
Limia el consumo de alcohol: puede envejecer tu cerebro y ocasionar una reducción del volumen cerebral.
Hidratación: con tan solo un 2% de déficit de agua se puede experimentar confusión o pérdida de memoria a corto plazo.
Alimentos saludables para el cerebro: estamos hablando de los pescados, principalmente los azules, las bayas, las nueces y las verduras de hoja verde.


