El inicialista Miguel Ángel Sanó apenas ha jugado 20 partidos esta temporada, afectado de lesiones que lo han mantenido fuera de acción y hace apenas unos días fue reactivado de la lista de lesionados, por los Mellizos de Minnesota.
Pero los Mellizos recibieron otra mala noticia relacionada con el toletero en el que invirtieron US$3.5 millones para firmarlo a los 16 años de edad y quien se encuentra en su octava temporada con el equipo grande.
Sanó se encuentra en su última temporada de un contrato de tres años y US$30 millones que firmó previo a la campaña del 2020, pero tiene un cartílago roto en una rodilla, lo que le mantendría fuera el resto del 2022, de acuerdo a reportes de ESPN.
Existe una opción de US$14 millones para el 2023, pero es muy poco probable que los Mellizos la ejerzan si tomamos en cuenta su promedio de .083, con un cuadrangular y cinco impulsadas de este año o el hecho de que en ocho años en las mayores nunca ha jugado más de 135 partidos.
Sanó tiene apenas 29 años y ha demostrado de que es capaz de batear con poder, y mucho, cuando se encuentra en el terreno de juego.
Sus 34 cuadrangulares en 105 partidos en el 2019 o sus 30 en 135 juegos del 2021 son muestra clara de ello.
Pero sus problemas con el peso, algo que ha enfrentado con mucha insistencia durante toda su carrera, además de las consistentes lesiones, resultan poco motivadores para que lo retengan, al menos no a razón de US$14 millones.
En un momento, Sanó fue proyectado como una megaestrella. Hoy, su futuro pende de un hilo.