Es el más comedido de los dos teléfonos que la firma presentaba a principios de octubre y, aunque no cuenta con demasiados cambios respecto a lo que vimos el año pasado, es de agradecer que el smartphone no haya subido de precio y se ponga a la venta en nuestro país por lo mismo que costaba el Pixel 6.

Hablamos de un smartphone que se podrá comprar a partir del 13 de octubre en España por menos de 650 euros. Su precio oficial de venta es de 649 euros y tiene de todo lo que le podemos pedir a un móvil, excepto un teleobjetivo en su cámara. Aunque no todo es de color de rosa, como podrás imaginar.

Su cámara, sin ser tan ‘top’ como la del modelo Pro, vuelve a ser la punta de lanza del dispositivo, la igual que su software, su diseño y su pantalla. Sin embargo, a nivel de batería y potencia de procesamiento es cierto que hay smartphones en la competencia bastante mejores.

Características del Pixel 7

Por mucho que busques, no vas a encontrar demasiadas diferencias entre el modelo de este año y el lanzado en 2021. Comparten casi la misma pantalla, batería, sensor principal de cámara y el diseño apenas se ha renovado un poco. Para que te hagas una idea, esto es todo lo que vas a encontrarte en el Pixel 7.

Lo más llamativo del smartphone es la presencia del procesador Google Tensor de segunda generación, desarrollado por Google y que permite ahorrar costes de venta a la marca. No ofrece el mismo resultado que sus homólogos firmados por Qualcomm, pero funciona bastante bien.

Algunos sensores de cámara también se han mejorado, al igual que ciertas herramientas de seguridad que potencian la privacidad del usuario.

Al contar además con el sello de Google, tiene 5 años de actualizaciones para que la inversión no sea en balde al poco tiempo.

Diferencias con el Google Pixel 7 Pro

Antes de conocer todo lo que nos ofrece el modelo más humilde de la familia, debemos conocer a su hermano mayor. No son muchas las diferencias que hay entre los dos móviles, pero sí son importantes y tenemos que descubrirlas antes de decidirnos por uno u otro.

Lo principal y más evidente es la diferencia de precio entre los dos dispositivos. Por un lado, tenemos al Pixel 7 que analizamos en estas líneas, que se pone a la venta por 649 euros, y por otro el modelo Pro, que cuesta 250 euros más. ¿Está justificada esta diferencia de cifras?

Lo segundo es la pantalla, pues el Pixel 7 Pro es bastante más grande y además tiene una cierta curvatura rodeada por un marco de aluminio, que da una sensación más premium. Tiene un panel, por lo tanto, mejorado para ver películas, usarlo para el trabajo y otras muchas funciones. También mejora la resolución de pantalla, la fluidez y el brillo y, en consecuencia, podremos ver con mayor nitidez y claridad todo lo que aparezca en pantalla. Tampoco se mantiene igual la velocidad de respuesta al tacto, haciendo el modelo Pro más adecuado para los gamers.

Otra de las diferencias claves está en que el Pixel 7 tiene el mismo procesador que su hermano mayor, pero se queda corto a nivel de memoria RAM (8 GB frente a 12 GB) y su almacenamiento puede alcanzar los 256 GB, pero no los 512 GB del tope de gama.

Al igual que sucediera el año pasado, si buscas hacer grandes fotos con un teléfono de Google tendrás que optar por la versión más cara. La razón es que, aunque comparten dos sensores, el modelo Pro tiene un teleobjetivo de 48 MP con capacidad de zoom óptico 5x que no vas a encontrar en el móvil estándar.

Finalmente, la batería también es más grande en el modelo Pro y consigue mejores resultados, pudiendo usarlo incluso para compartir batería con otros dispositivos como si fuese una powerbank. Hablamos de que el mejor de los dos móviles presume de 5.000 mAh, mientras que el más pequeño se queda en los 4.335 mAh, una diferencia de más de 600 mAh. La carga inalámbrica y la inversa está presente en los dos modelos.

Análisis del Google Pixel 7

Tanto si tienes un móvil Android, como un iPhone, el salto al Pixel 7 será para mejor prácticamente siempre. Es un móvil que consigue dar siempre lo mejor de sí en el campo de fotografía y pantalla, sus dos aspectos más destacados.

Diseño sin alardes y pantalla aceptable

En comparación con el modelo 2021 de Google, el Pixel 7 se siente sorprendentemente como un dispositivo mucho más premium. El smartphone es lo suficientemente pequeño como para usarlo fácilmente con una mano, pero, igualmente, es lo suficientemente grande como para disfrutar de nuestros contenidos multimedia con soltura. El smartphone también es más ligero gracias a que la disminución en el tamaño de la pantalla es mínima (pasamos de 6,4 pulgadas a 6,3 pulgadas).

El principal cambio en el diseño de la parte trasera está en la banda de cámara de la parte posterior, que es menos llamativa, gracias a su que luce un acabado mate y no cambia de color respecto al resto del cuerpo. También hay un puerto USB-C y un conjunto de altavoces en la parte inferior del teléfono. Google mantiene una bandeja de tarjeta SIM en su dispositivo, pero no hay hueco para las tarjetas MicroSd para expandir la memoria.

En cuanto al panel, El Pixel 7 ofrece una pantalla de 6,3 pulgadas con una resolución de 1080 x 2400 píxeles y una frecuencia de actualización de 90 Hz. El desplazamiento parece lo suficientemente suave, aunque no nos hubiera importado que la marca hubiera integrado la misma tecnología LTPO de 120 Hz de su hermano mayor. No obstante, tampoco es que haya tanta diferencia entre los 90 y los 120 Hz.

Haciendo fotos, jugando, viendo vídeos o navegando por el teléfono, todo lo que hagas luce genial. Además, al ser un panel de menos tamaño y una resolución inferior, nos aseguramos una mejor gestión de la energía por parte del equipo. Sus biseles son lo suficientemente delgados como para no molestar y el cristal está protegido con Corning Gorilla Glass Victus, acompañando a una resistencia al agua IP68, al igual que el Pixel 7 Pro.

Cámaras de… casi 10

Google siempre nos ha dado las mejores cámaras o al menos lo ha intentado ayudándose de toda su inteligencia artificial y esta vez, podemos decir sin miedo que lo consigue. En este Pixel 7 sobre todo tenemos un equipo fotográfico completo al que solo le falta el teleobjetivo que encontramos en su hermano mayor. Podrías pensar que la cámara del Pixel 7 es un descenso frente a la cámara Pixel 7 Pro, y no te falta razón, pero debemos tener en cuenta que contamos con el mismo sensor principal de 50 MP, así como con una cámara ultra gran angular similar de 12 MP (aunque carece de enfoque automático).

Tanto con su modo retrato, con el gran angular o haciendo fotos por la noche, conseguimos la foto y el video perfecto en todo momento. Nosotros solo tenemos que apuntar y disparar, que de los demás se encarga el sistema. De sobra es conocido el buen trabajo que hace GCam, la cámara instalada por defecto en el smartphone de Google, a la hora de procesar las imágenes.

Para suplir al sensor teleobjetivo del smartphone más caro, la marca ofrece un Super Zoom digital mejorado con el procesador Tensor G2. Las pruebas nos dicen que no es suficiente y que, mientras que las fotos disparadas con el sensor Ultra gran angular y el sensor principal rebosan calidad, el zoom digital se queda un poco por detrás.

Night Sight funciona ahora más rápido en ambos teléfonos, lo que nos facilita la captura de fotos en entornos sin luz sin que aparezca el habitual desenfoque provocado por nuestro mal pulso. Google también dice que su herramienta Real Tone, la función de la cámara diseñada para capturar tonos de piel más precisos y reducir aún más el ruido, ha sido actualizada, pero no notamos grandes cambios respecto a lo visto el año pasado.

Delante hay otra diferencia significativa, ya que la cámara frontal crece en resolución hasta los 10,8 megapíxeles en comparación con los 8 megapíxeles del Pixel 6. Además, ahora admite el desbloqueo facial, aunque Google advierte que esto es mucho menos seguro que el sensor de huellas dactilares que se ubica debajo de la pantalla o un patrón de bloqueo.

En cuanto al vídeo, pocas novedades más allá del modo Cinematic Blur, que es esencialmente el modo Retrato para los vídeos que imita lo que Apple inicio el año pasado con el iPhone 13. Se puede grabar como máximo a 4K y 60 fps y podemos jugar con la cámara lenta a medida que disminuimos la resolución.

No tiene la mejor batería, pero…

Sin duda alguna la sorpresa está en su autonomía, ya que esperábamos un poco más por parte de Google. La batería de 4.355 mAh del Google Pixel 7 es claramente inferior, no solo a la del modelo Pro, sino a la celda de 4.600 mAh del año pasado. Y no es que el espacio se haya reducido demasiado. Recordemos que el móvil de este año solo es 0,1 pulgadas más pequeño.

Google afirma que puede funcionar por encima de las 24 horas con un uso normal, pero las pruebas que hemos realizado con PCMArk al dispositivo no son tan generosas. De hecho, hemos conseguido una media de 14.50 horas de pantalla, lo que quiere decir que, bajo un uso normal, acabarás necesitando un cargador a última hora de la noche.

A menos, claro está, que hagas uso del modo de ahorro de batería extremo, según el cual el Pixel 7 durará hasta 72 horas. Lo que pasa es que, al utilizar esta función, apenas podrás hacer nada con el smartphone. Así que mejor reservarlo para auténticas emergencias

También nos sigue decepcionando la carga rápida de la batería. Es absurdo que marcas como Samsung, Apple y Google sigan apostando por velocidades tan bajas cuando las marcas chinas aplican velocidades el doble de rápidas a smartphones que cuestan la mitad. En el caso que nos ocupa, este Pixel 7 puede cargarse a 30 W y Google dice que obtendrás la mitad de la carga en 30 minutos. Vale, eso se cumple, pero a día de hoy es insuficiente.

Al menos el smartphone mantiene la carga inalámbrica y la posibilidad de rellenar la energía de otros dispositivos gracias a la carga inversa

Potencia justa

Junto con los 8 GB de RAM y los 256 GB de almacenamiento, el buen funcionamiento del móvil recae en su chipset de nuevo cuño. El Tensor G2 es una ligera evolución respecto a lo visto el año pasado y eso no es una buena noticia. Al contrario de lo que sucede con Qualcomm, Google no está utilizando las piezas más rápidas para su motor y, aunque se han mejorado los gráficos de este teléfono, parece que es insuficiente para plantarle cara (a nivel de potencia, ojo) a los iPhone 14 Pro o a los futuros lanzamiento de Samsung, OPPO o Xiaomi.

Por supuesto, que no alcance esas altas cotas de excelencia, no significa que el smartphone sea malo. Puede aguantar, sin despeinarse cualquier tarea por exigente que sea. Ya sea grabar videos con IA, jugar a los juegos más potentes del mercado de Play Store o editar fotos como un profesional. El móvil, lo que es funcionar, funciona muy bien.

Además, para los amantes de Android stock, el Google Pixel 7 es toda una maravilla. No hay momento donde algo no tenga sentido y es que, desde los iconos, hasta los colores de los menús o incluso los widgets vienen en concordancia con Android 13 en este smartphone, uno de los primeros en llegar al mercado con la última versión del sistema operativo de Google instalada de serie. Además, siempre tendremos la última actualización sin tener que esperar, igual que pasa en los iPhone.

Todas sus opciones están pensadas para que no tengamos que pasarnos horas y horas buscando entre los menús, además de que no trae prácticamente apps instaladas de serie, solo nosotros decidimos lo que queremos instalar.

Nuestra opinión

Son muchas las dudas que se nos vienen a la cabeza para decir si es una buena compra o no. Su precio es muy atractivo, su cámara es buena, su pantalla también, su batería no tanto… El problema es que es un constante ‘pero’. Tiene una buena cámara ‘pero’ falta un teleobjetivo. Tiene una buena pantalla ‘pero’ falta una tasa de refresco más alta. Tiene un buen precio ‘pero’ hay smartphones con prestaciones más interesantes más baratos.

Está claro que, como sucede con la mayoría de dispositivos lazados en 2022, el Pixel 7 es una actualización menor con respecto al Pixel 6 del año pasado, pero la decisión de mantener sus precios y aplicar ciertas mejoras es algo que encandilará a los fans de la marca.

De nuevo aquí lo que vuelve a inclinar la balanza es el software. No hay nada mejor que trabajar con una versión de Android puro y las muchas posibilidades que ello nos brinda.

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