Una práctica que se ha vuelto muy común durante los últimos tiempos es la de utilizar apps de citas para ligar. Tinder, Hinge, Bumble… son muchas las aplicaciones populares que hay de este tipo y un estudio acaba de desvelar que todas ellas son muy intrusivas respecto a los datos personales del usuario.
Todas las aplicaciones recopilan datos del usuario, ya sea Google Maps de la ubicación o WhatsApp de tus contactos y galería. El problema es cuando una app hace un uso indebido de esta información, violando así la privacidad del usuario. No son pocos los que acuden diariamente a esta clase de plataformas para encontrar el amor, así que son muchos los afectados por este problema.
Un estudio de Mozilla ha desvelado que, con el paso del tiempo, estas apps se han vuelto más peligrosas para la integridad en Internet del usuario. Este informe se ha encargado de analizar 25 aplicaciones de citas y 22 de ellas son calificadas como ‘Privacidad no incluida’. Las únicas excepciones a la norma son Harmony, Lex y Happn. Solo estas dos últimas están disponibles en España, aunque no son tan populares como otras plataformas al estilo Tinder o Bumble.
Las apps de citas son un peligro
El estudio llevado a cabo por Mozilla indica que el 80% de las aplicaciones comparten o venden datos personales de los usuarios con fines publicitarios, lo que supone un peligro para la información, seguridad y privacidad. De hecho, hay apps como la propia Bumble que incluye mensajes relacionados con la privacidad del usuario y que resultan algo confusos debido a que nadie sabe quiénes son los socios a los que hace referencia lo siguiente:
«Utilizamos servicios que ayudan a mejorar las campañas de marketing (…). Bajo ciertas leyes de privacidad, esto puede considerarse vender o compartir tu información personal con nuestros socios de marketing».
La mayoría de las apps de citas utilizan la ubicación para localizar al usuario y que esta consiga ofrecer a personas que están cerca de tu posición. El problema es que algunas de ellas, como es el caso de Hinge, está continuamente recogiendo datos en segundo plano sobre la ubicación del móvil y del propio usuario.
El motivo por el cual recopilan tanta información se debe a que supuestamente los necesitan para encontrar la mejor pareja posible para el usuario. Hasta ahí resulta lógico dentro de lo que cabe, pero hace un tiempo salió a la luz que un grupo ultra católico estadounidense había estado espiando a miembros tras comprar datos de Grindr sobre ellos. Una práctica abusiva contra la privacidad del usuario y su información personal.
Otros datos recopilados por el informe señalan que el número de descargas de las apps de citas está bajando con el paso del tiempo. Estas aplicaciones se popularizaron en exceso hace unos años, pero la artificialidad y cosificación que hay en algunas de ellas junto a lo que hacen con los datos personales de la gente está provocando que sean duramente criticadas. Además, hay que tener en cuenta que para tener un perfil atractivo en Tinder o cualquier otra plataforma hay que rellenar una descripción con información personal, algo que no resulta del agrado de todo el mundo, aunque eres libre de escribir lo que desees sin presión alguna.
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