Brigadas de linieros (técnicos electricistas) arreglando tendidos y postes caídos en el suelo, personas limpiando las calles y algunos negocios privados funcionando con generadores ilustran este viernes los intentos de Cuba por recuperarse, tras dos días del impacto del huracán Rafael.
Todavía hay carreteras cortadas, calles atravesadas por los árboles caídos, escombros y basura acumulándose, semáforos apagados y muchas personas en las calles recogiendo parte de los destrozos provocados por el ciclón que azotó el oeste del país con vientos de hasta 186 kilómetros por hora y lluvias de hasta 195 milímetros (o litros por metro cuadrado).
Muchas zonas en el oeste del país -incluida la capital- prosiguen desde el miércoles sin corriente, a pesar de que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) logró unificarse de nuevo en la mañana de este viernes tras casi 48 horas fracturado en subsistemas tras el segundo apagón total en tres semanas.
La sincronización del SEN significa que ya todo el país está interconectado en una única red, pero no todos los cubanos cuentan con fluido eléctrico porque en muchos lugares aún no se han reparado los postes, cables y transformadores afectados por el ciclón.
En La Habana, con al menos 495 postes eléctricos caídos, apenas el 17 % de sus casi dos millones de pobladores cuenta actualmente con electricidad, según datos oficiales.
Además persisten grandes afectaciones en las provincias de Mayabeque, Artemisa y Pinar del Río. Estas dos últimas provincias están totalmente desconectadas del SEN.
En el resto del país se están produciendo también apagones, pero por la incapacidad del SEN de producir suficiente electricidad para satisfacer la demanda, un problema crónico y creciente en Cuba por las frecuentes averías de las viejas centrales y el déficit de combustible, fruto de la falta de divisas para importarlo.
Reanudación de clases y del transporte público
Rafael es el segundo huracán que toca tierra en Cuba en 2024. El anterior fue Óscar, que azotó por 24 horas el extremo nororiental de la isla entre el 20 y 21 de octubre dejando ocho muertos, 12,000 viviendas dañadas y 13,000 hectáreas de cultivo afectadas.
Las autoridades no reportan desaparecidos ni fallecidos por el momento debido a Rafael, que han reconocido «fuertes daños» en viviendas, infraestructura y cultivos de Artemisa, Mayabeque y La Habana, aunque sin aportar por el momento cifras concretas.
También informaron que los 250,000 evacuados en todo el país por Rafael, la mayoría en La Habana, van regresando sus casas a medida que las condiciones mejoran.
Como parte de la recuperación, la ministra de Educación, Naima Trujillo, aseguró que el próximo lunes se reanuda «en la mayoría de las instituciones» el curso escolar, luego de su suspensión previa al impacto de Rafael. En el oeste hay muchas escuelas con afectaciones.
En La Habana, la empresa local de transporte informó sobre el “restablecimiento gradual” del servicio en las principales arterias, pero acotó que permanece suspendida la transportación marítima de pasajeros por la bahía capitalina.
Daños en viviendas y agricultura
Rafael tocó tierra en Cuba como huracán de gran intensidad en la tarde del miércoles y cruzó la isla de sur a norte durante más de dos horas.
En Artemisa, por donde Rafael tocó tierra el miércoles por la tarde como un huracán de categoría tres, las casas afectadas suman las 2,825, según el diario oficial Granma, que versionó una reunión del Consejo de Defensa Nacional encabezado por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Las autoridades artemiseñas detallaron que hay daños en 15,000 hectáreas de cultivos de plátano, yuca, frijol y arroz; y 40 escuelas sufrieron daños. En Mayabeque contabilizaron 441 viviendas con “daños significativos” y reportaron perjuicios la agricultura al igual que en Artemisa. En La Habana informaron sobre más de 461 derrumbes entre totales y parciales.
La situación más crítica de la capital cubana, además de los 461 derrumbes totales y parciales, se concentra en los árboles caídos, que han arrancados cables eléctricos y telefónicos, informó la gobernadora local, Yanet Hernández.