RFI localizó en Siria a tres niños franceses en un orfanato de Damasco, donde viven desde hace cinco años. Sus padres yihadistas murieron en bombardeos de la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico. El orfanato que los acoge desde 2019 espera que, con el cambio de régimen en Siria, sean repatriados pronto a Francia.
Sarah, cuyo nombre ha sido modificado, dirige un orfanato ubicado en Damasco, Siria. En el patio, una niñita alegre, vestida de rosa, la abraza con cariño. La pequeña es francesa, tiene 6 años y llegó ahí en 2019 con su hermano y su hermana, que ahora tienen 11 y 12 años.
Los trajeron los servicios de inteligencia sirios, cuenta Sarah. “Los niños llegaron aquí con un documento de los servicios de inteligencia, con nombres falsos. El nombre de la madre también era falso. Fueron los niños los que me dijeron que su madre había muerto, que había habido bombardeos y muchos muertos. Su padre también había muerto”, detalla la directora del orfanato.
Los padres de los niños eran yihadistas franceses. Murieron durante las operaciones de la coalición internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico en la región de Deir Ezzor.
Antes de morir, su madre los entregó a una amiga que se los llevó. Pero finalmente fueron detenidos por los servicios de inteligencia sirios, que los depositaron en el orfanato de Damasco.
La directora intentó entonces ponerse en contacto con sus familiares en Francia. Pero bajo el régimen de Bashar Al Asad, la censura era total.
“Antes de que muriera su madre, tuvo contacto con la tía de los niños. Pero a mí me lo prohibieron. Me hicieron firmar un documento a tal efecto. Si decía algo, acabaría en la cárcel de Sednaya. El único contacto con la familia de los niños que me autorizaron fue a través de la Media Luna Roja”, explica a RFI. “Era arriesgado, pero conseguimos organizar videollamadas entre los niños y su tía todos los jueves”.
“Francia debe ocuparse de ellos”
Sarah asegura que se empeña en mantener el vínculo entre los niños y su tía “por humanidad”. Lucha desde hace años para que sean repatriados a Francia.
Afirma no haber tenido ningún contacto con las autoridades francesas en los últimos cinco años. Con el cambio de régimen en Siria, las cosas pueden cambiar, espera Zeinab, otra responsable del orfanato que también prefiere guardar anonimato.
“Espero que se ocupen de ellos en el futuro, que puedan reunirse con sus familiares. Francia debe ocuparse de ellos. Los niños viven hoy en un buen entorno, están lejos del terrorismo, aprenden muchas cosas, hacen deporte y actividades. Su educación es muy buena. Aprenden inglés. Cuando vuelvan a Francia, serán como los demás niños. No habrá ninguna diferencia. Francia no debería dejar a sus hijos en un país que no es el suyo”, afirma la responsable.
Francia siempre se ha mostrado reacia a repatriar a las mujeres yihadistas en Siria y a sus hijos retenidos en Siria. Sin embargo, ha prometido ocuparse de los huérfanos.