La empresa Barrick Pueblo Viejo dijo este miércoles que está comprometida en continuar el diálogo con la comisión mediadora, para alcanzar un acuerdo con las familias que serán desplazadas en Sánchez Ramírez, por la construcción de su nueva presa de colas.
La multinacional se expresó mediante un comunicado tras la multitudinaria marcha, escenificada este miércoles por líderes religiosos y dirigentes campesinos, en apoyo a los afectados por la obra.
Las discusiones se llevan a cabo en La Vega entre entidades gubernamentales, la Iglesia católica y los representantes de las comunidades para garantizar un proceso transparente e inclusivo.
Sostuvo que un grupo de personas continúa afectando el proceso y el progreso, negando así a miembros de la comunidad una vivienda mejorada, así como una compensación adicional justa y el acceso a la educación y otros servicios.
Dice que las afectaciones llevadas a cabo por ese grupo incluyen tácticas de intimidación, como bloqueos ilegales de carreteras y la limitación del acceso a los terrenos con los que la empresa ya tiene contratos.
Señala que esa fracción no representa a la mayoría de la comunidad, «sino que son las mismas personas que buscan lograr su propio beneficio«.
La mina expresa su compromiso de continuar con un diálogo que permita brindar mejoras a las viviendas actuales y las comodidades disponibles para quienes serán reubicados, y que estén alineados con los estándares internacionales, sin sucumbir a demandas especulativas.
En el escrito, reitera su compromiso con diversas partes interesadas para llevar a cabo un reasentamiento justo y sostenible de las comunidades para la nueva instalación.
Agrega que el plan de reasentamiento ha incluido el desarrollo del sitio anfitrión, la construcción de casas de reemplazo, programas de restauración de los medios de vida e iniciativas de desarrollo comunitario.
Indica que estas acciones tienen como objetivo garantizar que las familias afectadas tengan oportunidades de beneficiarse del proceso y mejorar su calidad de vida.
Vida útil
Juana Barceló, presidenta de la multinacional, señala que la presa de colas forma parte de sus esfuerzos por extender la vida útil del yacimiento por más de 20 años.
“El desarrollo de la instalación de almacenamiento de relaves El Naranjo es fundamental para extender la vida operativa de la mina más allá de 2040 y mantener la producción de oro en más de 800.000 onzas por año. Este proyecto subraya el papel de Pueblo Viejo como un motor económico crítico y su compromiso a largo plazo con el mejoramiento de la comunidad”, dijo Juana Barceló.
Aportes
En el comunicado, la empresa resalta que Pueblo Viejo ha hecho importantes contribuciones a la República Dominicana tanto social como económicamente.
El desarrollo social en las comunidades que rodean la mina ha visto un aumento en las tasas de finalización de la escuela primaria y la participación en la educación terciaria, y mejoras sustanciales en el acceso a la electricidad y las instalaciones de atención médica. A nivel económico, la mina representa una parte importante de las exportaciones nacionales, los impuestos directos e indirectos y las compras nacionales.
Además, asegura que Barrick Pueblo Viejo ha llevado a cabo la limpieza ambiental más grande del país, remediando el daño ambiental dejado por operaciones anteriores en la mina.