Las lágrimas y la incredulidad marcan la despedida de las víctimas del homicidio-suicidio que estremeció al barrio Nueva Jerusalén, en Santo Domingo Este, donde el excapitán retirado de la Armada Dominicana, Fabio Montero Berigüete, mató a su esposa, su hijo y su nuera antes de quitarse la vida.
En la funeraria Gresefu de Sabana Larga fueron velados este martes los restos de Montero, su esposa Ofrany Canario Montero y su hijo Santo Montero Canario. Scarlin Mariel Román, nuera de la familia, fue trasladada a El Seibo, su pueblo natal. Andy Montero, hijo sobreviviente del agresor, acudió al funeral visiblemente afectado.
La comunidad aún no encuentra respuestas. Para algunos, solo la fe les permite procesar lo ocurrido.
«Hay otro que lo domina Satanás»
“No sabemos qué lo llevó a ese nivel. Pero hay un mundo que solo lo domina el Señor, y hay otro que lo domina Satanás. Yo creo que el enemigo se apoderó de él”, dijo uno de sus amigos de infancia, quien pidió reserva de su nombre.
“A veces uno se descuida y el enemigo aprovecha una brecha para destruir una familia”.
El hombre, que fue alertado por una llamada y llegó a la residencia poco después del crimen, afirmó que no había antecedentes de conflictos ni sospechas de depresión.
“Era una familia pacífica, armoniosa, nunca los oí discutir. Yo vine desde el campo por la llamada y no puedo entender nada. Estamos sorprendidos. El enemigo ataca cuando Dios tiene planes con alguien”.
Raúl Montero, hermano de Montero Berigüete, describió al excapitán como un hombre reservado:
“Era muy frío, muy tranquilo. No era violento, por eso todo el mundo está asombrado. Nos criamos juntos. No sabía que él tuviera problemas”.
Raúl confirmó que Andy, uno de los hijos del agresor, fue dado de alta tras haber resultado herido:
“Está fuera de peligro, gracias a Dios”.
La Policía investiga el caso como un feminicidio, seguido de homicidios y suicidio, aunque no ha revelado hasta ahora posibles móviles. La comunidad, mientras tanto, busca consuelo en sus creencias.
“La paciencia está en los caminos del Señor. Cuando el enemigo ve que alguien va a hacer algo grande en el Evangelio, lo quiere destruir antes de que se levante”, concluyó otro residente.