Las expectativas no eran precisamente altas para los Reales de Kansas City al comenzar la temporada 2005. No después de la debacle de 2004, cuando se esperaba que el club compitiera y terminara perdiendo 104 juegos.
El 10 de mayo del 2005, el récord de los Royals era el peor de las Grandes Ligas: 8-25. El mánager Tony Peña no aguantó más y decidió poner su renuncia irrevocable.
La decisión llegó menos de dos semanas después de que David Glass y Allard Baird le dieran su «voto de confianza» a su mánager. La gota que colmó el vaso el culpable fue Ángel Berroa.
El campocorto abrió la novena entrada en un partido contra Toronto con los Reales perdiendo 3-1. Conectó un doblete, pero posteriormente fue forzado en la segunda base cuando Mike Sweeney levantó una ‘plegaria’ al jardín central.
Peña era conocido en Kansas City por su lema de guerra «Nosotros Creemos«. Era el lema de los Reales, que superaron a todos en el 2003.
En un comunicado publicado por el equipo, Baird dijo que Peña jugó «un papel importante en el desarrollo de nuestros jóvenes jugadores».
La cúspide
Tony Peña ganó el premio al Mánager del Año de la Liga Americana en el 2003 y terminó su mandato en Kansas City con un récord de 198-285.