Jerusalén— Israel deportó a la activista Greta Thunberg el martes, un día después de que el barco en el que se dirigía a Gaza fuera confiscado por el ejército israelí.

A su llegada a París, camino a su país natal, Suecia, Thunberg exigió la liberación de los demás activistas detenidos a bordo del Madleen. Describió una situación «bastante caótica e incierta» durante la detención.

Las condiciones que enfrentaron «no son nada comparadas con lo que la gente está viviendo en Palestina, y especialmente en Gaza, en este momento», dijo. El viaje tenía como objetivo protestar contra las restricciones israelíes a la ayuda a la población de Gaza, que supera los dos millones de personas, tras 20 meses de guerra, según la Coalición de la Flotilla de la Libertad, el grupo que organizó el viaje.

“Éramos muy conscientes de los riesgos de esta misión”, dijo Thunberg. “El objetivo era llegar a Gaza y distribuir la ayuda”. Añadió que los activistas seguirían intentando que la ayuda llegara a Gaza.

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El lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó a Thunberg como “una joven enojada” y le recomendó que tomara clases de manejo de la ira.

«Creo que el mundo necesita muchas más mujeres jóvenes enojadas», dijo Thunberg el martes en respuesta.

Thunberg dijo que, al parecer, regresaba a Suecia, que no había tenido acceso a un teléfono en varios días y que quería ducharse. Los activistas fueron retenidos por separado y algunos tuvieron dificultades para acceder a abogados, añadió.

Cuando se le preguntó por qué aceptó la deportación, respondió: “¿Por qué querría quedarme en una prisión israelí más de lo necesario?”

Thunberg pidió a sus seguidores que pidan a sus gobiernos “que exijan no solo que se permita el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza, sino, lo más importante, el fin de la ocupación y el fin de la opresión y la violencia sistémicas que los palestinos enfrentan a diario”.

Dijo que reconocer a Palestina es “el mínimo, mínimo, mínimo” que los gobiernos pueden hacer para ayudar.

Otros activistas se enfrentan a la deportación

Thunberg era una de las 12 personas a bordo del Madleen. Las fuerzas navales israelíes capturaron la embarcación sin incidentes la madrugada del lunes, a unos 200 kilómetros (125 millas) de Gaza.

La Coalición de la Flotilla de la Libertad, junto con organizaciones de derechos humanos, afirmó que las acciones de Israel en aguas internacionales constituyen una violación del derecho internacional. Israel rechaza esta acusación, alegando que dichos barcos pretenden violar lo que, según él, constituye un bloqueo naval legítimo de Gaza.

Israel consideró el barco como un truco publicitario y lo llamó el “yate selfie” con una “escasa” cantidad de ayuda, equivalente a menos de un camión lleno.

La Coalición Flotilla de la Libertad afirmó que tres activistas, entre ellos Thunberg, habían sido deportados junto con un periodista. Añadió que había animado a algunos a hacerlo para que pudieran hablar libremente de sus experiencias.

“Su detención es ilegal, tiene motivaciones políticas y constituye una violación directa del derecho internacional”, declaró la coalición en un comunicado. Otros ocho pasajeros se negaron a ser deportados y se encuentran detenidos en la prisión de Givon, en Ramle. El martes, las autoridades israelíes escucharon sus casos ante un tribunal de detención.

“Hoy argumentamos, y esto también fue enfatizado por todos los activistas, que su objetivo es ingresar la ayuda humanitaria a Gaza, acabar con la hambruna y el genocidio en Gaza”, dijo Lubna Tuma, abogada del grupo de derechos legales Adalah, quien representa a los activistas. “Cualquier violación o prohibición de ingresar la ayuda humanitaria a Gaza profundiza la complicidad de Israel con la hambruna en Gaza”.

Los representantes legales del grupo dijeron que debido a que Israel confiscó su barco en aguas internacionales y los transportó por la fuerza a territorio israelí, Israel no tenía autoridad para detenerlos o deportarlos.

‘Ataque pirata’

Sabine Haddad, portavoz del Ministerio del Interior de Israel, declaró que los activistas deportados el martes renunciaron a su derecho a comparecer ante un juez. Los demás tienen una audiencia con el juez y permanecerán detenidos durante 96 horas antes de ser deportados, añadió.

Rima Hassan, eurodiputada francesa de ascendencia palestina, se encontraba entre los pasajeros. Anteriormente se le había prohibido la entrada a Israel debido a su oposición a las políticas israelíes hacia los palestinos. No estaba claro si sería deportada o detenida de inmediato.

El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, declaró que uno de los activistas franceses detenidos firmó una orden de expulsión y partiría el martes. Los otros cinco se negaron. Añadió que todos los activistas recibieron visitas consulares.

Sergio Toribio, un activista español, criticó las acciones de Israel después de llegar a Barcelona.

«Es imperdonable, es una violación de nuestros derechos. Es un ataque pirata en aguas internacionales», declaró a la prensa.

Bloqueo de Gaza

Los palestinos de Gaza dependen ahora casi por completo de la ayuda internacional.

Israel y Egipto han impuesto distintos grados de bloqueo a Gaza desde que Hamás tomó el poder de manos de fuerzas palestinas rivales en 2007. Israel afirma que el bloqueo es necesario para impedir que Hamás importe armas, mientras que los críticos dicen que equivale a un castigo colectivo de la población palestina de Gaza.

Durante los 20 meses de guerra en Gaza, Israel ha restringido y, en ocasiones, bloqueado toda la ayuda al territorio, incluyendo alimentos, combustible y medicamentos. Los expertos afirman que esta política ha llevado a Gaza a la hambruna. Israel afirma que Hamás desvía la ayuda para consolidar su dominio.

Militantes liderados por Hamás mataron a unas 1200 personas, en su mayoría civiles, en el ataque del 7 de octubre de 2023 que desencadenó la guerra y tomó 251 rehenes, la mayoría liberados mediante acuerdos de alto el fuego u otros acuerdos. Hamás aún mantiene a 55 rehenes, y se cree que más de la mitad están muertos.

La campaña militar de Israel ha matado a más de 54.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes pero ha dicho que las mujeres y los niños constituyen la mayoría de los muertos.

La guerra ha destruido vastas zonas de Gaza y ha desplazado a alrededor del 90% de la población del territorio.

Fuente: AP

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