El presidente boliviano, Luis Arce, dijo este martes que «no habrá impunidad» para los seguidores del exmandatario Evo Morales que desataron un enfrentamiento en una población rural que dejó al menos 30 heridos, mientras continúan los bloqueos de caminos de sectores leales al exgobernante que insisten en forzar su candidatura.
«Pondremos a disposición de la Justicia a cada uno de los responsables de sembrar terror y agredir a las familias bolivianas, a todos quienes están atentando contra el Estado Plurinacional que tanto nos costó conseguir. ¡No habrá impunidad!», escribió Arce en X.
El mandatario se refirió a los enfrentamientos en la localidad de Llallagua, en el departamento de Potosí, entre los partidarios de Morales que mantienen bloqueadas las carreteras y los pobladores que se oponen a la medida y se organizaron para habilitar esas vías.
Arce indicó que esta jornada en Llallagua «ha sido una de las más violentas y amargas de la historia reciente de Bolivia, dejando un saldo de más de 30 personas heridas» a manos de los manifestantes que respaldan a Morales (2006-2019).
«Lejos de condenar esos actos, Morales sale festejando los desmanes y habla de ‘batalla final‘», indicó Arce.
El presidente aludió al término ‘batalla final‘, atribuido a Morales, luego de que la semana pasada se hiciera público un audio en el que supuestamente el exgobernante instruye a sus sectores leales a que realicen un «cerco» a la ciudad de La Paz mediante bloqueos de vías.
Por esto, el Gobierno de Arce presentó una denuncia contra Morales por ocho delitos, entre ellos terrorismo, la cual fue admitida por la Fiscalía.
Asimismo, la Cancillería emitió un comunicado en el que denuncia ante la comunidad internacional «el alto grado de violencia de los enfrentamientos en el municipio de Llallagua».
«Una vez más, informamos a la comunidad internacional sobre estos hechos, dirigidos a derrocar un gobierno popular democráticamente elegido en octubre de 2020 e impedir el proceso eleccionario del próximo 17 de agosto de 2025″, dice la nota.
Los leales a Morales bloquean carreteras desde el 2 de junio para exigir que el político sea inscrito y participe en las elecciones generales del 17 de agosto, con el Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol) que no está habilitado por el Tribunal Supremo Electoral, porque perdió su personería jurídica al no llegar al 3 % de votos en 2020.
También demandan la renuncia del presidente Arce, a quien responsabilizan por la situación económica marcada por la inflación, la escasez de dólares y la falta de combustibles.
El Gobierno denunció que las acciones de los manifestantes han dejado más de medio centenar de heridos, entre policías, médicos y civiles, y acusa además a los movilizados de impedir con violencia el paso de ambulancias, alimentos y combustible.
- Morales insiste en ser candidato pese a no contar con partido y a que el Tribunal Constitucional (TCP) ratificó recientemente que la reelección en el país está permitida «por una única vez de forma continua», sin posibilidad de un tercer mandato, y él ya gobernó el país en tres periodos.
El exmandatario renunció a su militancia en el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) por sus diferencias con el Gobierno de Arce.