En las migraciones, lo mismo que en las repatriaciones, se suceden casos… y cosas.
Toda repatriación de indocumentados, por más que se diga y se haga, al final de cuentas tiene sus detractores habituales, tanto nacionales como extranjeros. Esto se intensifica cuando los procesos incluyen cuotas de arbitrariedad, especialmente en los casos que involucran ciudadanos haitianos.
Alguien tiene que ejecutar las órdenes. Pese a las críticas y resabios que ello genera, la autoridad debe proceder. Y en ocasiones, se le va la mano y se cometen abusos.
Según datos recientes ofrecidos por el director general de Migración, el promedio diario de deportaciones ronda las mil personas, con cerca de 8 mil expulsiones semanales.
Y en esas acciones surgen situaciones de conflicto. “Nuestro personal está entrenado para responder a una agresión. Las operaciones de interdicción no son cosas sencillas”, advierte el almirante Rafael Lee Ballester, director de Migración, consciente de que su trabajo no goza de total respaldo.
Desde octubre de 2024, cuando asumió la dirección de Migración, se han deportado más de 235 mil personas —en su inmensa mayoría haitianos—, según sus propias declaraciones. Además, informó sobre la interdicción de más de 3 mil vehículos supuestamente vinculados a la trata de personas.
Antes de ocupar el cargo, Lee Ballester dirigía el Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Computadoras, Ciberseguridad e Inteligencia de las Fuerzas Armadas (C5I), el cerebro de la inteligencia militar, hasta su nombramiento mediante el decreto 560-24.
Críticas nacionales e internacionales
Recientemente, la Iglesia Católica se sumó a los sectores que demandan un trato justo hacia los haitianos repatriados por carecer de documentos. El arzobispo de Santiago, Héctor Rodríguez, denunció que ocurren maltratos durante las deportaciones.
Incluso desde el exterior se han alzado voces. Vatican News, órgano oficial del Vaticano, criticó duramente las condiciones de extrema vulnerabilidad en que, según afirman, son tratados los haitianos en territorio dominicano. Estas declaraciones provocaron rechazo en distintos sectores del país.
Factores económicos y presión migratoria
La situación económica de República Dominicana es un imán para la inmigración, especialmente desde Haití. El auge del turismo, el crecimiento de la construcción y la escasez de mano de obra dominicana en labores agrícolas han aumentado la demanda de trabajadores extranjeros, mayoritariamente haitianos.
Todos los ciudadanos sensatos queremos una sociedad ordenada, sin delincuencia, con inmigrantes que respeten las leyes. Para lograrlo, deben ejecutarse acciones firmes, pero siempre dentro del marco legal.
Escenarios críticos de repatriación
Nunca será una tarea sencilla que un operativo de Migración altere la paz de una comunidad, o que una patrulla motorizada interrumpa el libre tránsito de personas por sospecha de falta de documentación.
Tampoco pasa desapercibido cuando agentes de Migración visitan hospitales y conminan a parturientas haitianas, recién dadas a luz, a subir a un vehículo por no tener papeles.
O el caso del niño que, al regresar de la escuela, recibe la noticia de que a su padre, madre o ambos se los llevó “la camiona” por no portar documentación válida.
Un país dividido en zonas de control migratorio
El fenómeno migratorio afecta a toda la nación. Por ello, la Dirección de Migración ha diseñado un plan para dividir el país en 40 áreas de responsabilidad. Para su ejecución, deberá contratar más de mil nuevos agentes.
El director Rafael Lee Ballester ha tenido que enfrentar múltiples desafíos: críticas desde arriba, presiones de organismos internacionales, denuncias en redes sociales, y el constante escrutinio público y mediático.
Los casos de Friusa y Mata Mosquito, en Punta Cana, así como las redadas en hospitales y barrios populosos, son solo algunos ejemplos visibles del problema.
Niños vulnerables y trata de personas
Una de las denuncias más graves es el abandono de menores haitianos en diversas localidades del país. “Son niños que amanecen en las calles, deambulan, están expuestos y son vulnerables”, advirtió el funcionario.
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