La sismología es una rama de la geofísica que se dedica al estudio de los terremotos y de la propagación de las ondas sísmicas que atraviesan la Tierra.
Se trata de una carrera emocionante para muchos, pero ¿qué se requiere para desempeñarse como sismólogo en el país?
Al ser consultado al respecto, Ismael Gómez, analista de datos sísmicos del Centro Nacional de Sismología, indicó que para desempeñarse como sismólogo se requiere de un postgrado en sismología.
Dijo que quienes realizan ese postgrado en sismología son profesionales graduados con licenciatura en carreras afines a ciencias de la Tierra como la geología y la física.
Se registra temblor de magnitud 5.7; se sintió fuerte en Santo Domingo
Destacó que actualmente ese postgrado se imparte en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La formación del director del Sismológico
¿Qué se necesita para ser parte del Instituto Sismológico Dominicano? La trayectoria del profesor Ramón Delanoy, actual director del Centro Nacional de Sismología, ofrece una respuesta. Tiene una formación experiencia de campo y pasión por la investigación científica.
Delanoy comenzó su carrera en 1984 como auxiliar de investigación en el entonces Instituto de Sismología. Bajo la tutela de expertos del Observatorio Geológico Lamont Doherty de la Universidad de Columbia, fue entrenado en análisis e interpretación de datos sísmicos, instalación de redes y desarrollo de investigaciones.
En ese rol, participó en la construcción de las primeras estaciones sísmicas remotas del país y diseñó las pruebas para validar su funcionamiento.
Su carrera se consolidó como encargado de la Sección de Análisis Sísmico (1986-1989) y supervisor de Geofísica del Instituto de Física (1989-1996). Durante esos años, diseñó el primer boletín sísmico computarizado y un sistema para ubicar rápidamente epicentros, aportes esenciales para la gestión de emergencias en el país.
Su tesis de grado profundizó en “Gravedad, Geología, Sismicidad y Peligro de Terremoto en el Valle del Cibao”. Además, elaboró un modelo de velocidades de ondas sísmicas de varias regiones del país, utilizado en la evaluación de proyectos de infraestructura como la presa de Jigüey.
Con más de 40 años de experiencia, Delanoy ha publicado el libro “Aspectos de Sismología Dominicana” (1996) y asesorado investigaciones en geodinámica, biodiversidad, y deslizamientos sísmicos. Su formación también abarca una maestría en Física aplicada a telecomunicaciones, con estudios en espectro radioeléctrico, que motivaron regulaciones nacionales en materia de emisiones electromagnéticas.
A nivel institucional, ha dirigido el Instituto de Física de la UASD (2011-2018) y participado en múltiples proyectos de investigación nacionales e internacionales, incluyendo el Organismo Internacional de Energía Atómica y la Universidad de las Naciones Unidas.
Además, ha impulsado proyectos sobre la dinámica tectónica de la isla, la evolución del Lago Enriquillo y la degradación ambiental de la Bahía de Samaná. Estos trabajos le han permitido dotar al Instituto de Física de equipos de última generación como espectrómetros de absorción atómica y sistemas de análisis por rayos gamma y fluorescencia de rayos X.
Docente desde 1996, actualmente es profesor adjunto e investigador asociado en la UASD. También es miembro de la carrera nacional de investigadores del MESCyT, y ha presentado sus trabajos en congresos, jornadas y seminarios dentro y fuera del país.
¿Qué busca la sismología?
La sismología tiene muchas aplicaciones desde la exploración de recursos hasta el estudio de fenómenos como los terremotos, los tsunamis y los deslizamientos de tierra.
República Dominicana es un país donde la sismología adquiere gran importancia, ya que a diario ocurren sismos (aunque de menor importancia), pero varios eventos de gran magnitud han afectado el territorio nacional en la historia.
Por ejemplo, el sismo del 4 de agosto de 1946, considerado el terremoto más grande de la historia sísmica instrumental de La Hispaniola.
Se trató de un sismo de magnitud 8.1 y el mismo generó un tsunami a raíz de la sacudida sísmica.
“El poblado de Matanzas de la hoy provincia María Trinidad Sánchez, Nagua, fue arrasado totalmente por las olas gigantescas que alcanzaron más 9 pies de altura; penetrando hasta 2 kilómetros hacia tierra, quedando de unas 300 casas construidas de maderas solo 8, las demás fueron despedazadas. Los pueblos de Cabrera, Nagua y Sánchez quedaron sin comunicación al derrumbarse varios puentes”, detalla un informe del Centro Nacional de Sismología.
Los sismos más devastadores en la historia dominicana
4 de agosto de 1946
23 de septiembre de 1887
22 de septiembre de 2003
7 de mayo de 1842


