Con el fin de «preservar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra», 50 países firmaron el 26 de junio de 1945 la Carta de Naciones Unidas, documento que contiene los principios que rigen las relaciones internacionales y que ha sido violado durante 80 años.
«Es más que papel y tinta; es una promesa de paz, dignidad y cooperación entre las naciones», recordó esta semana el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
San Francisco
En plena Segunda Guerra Mundial, los Aliados firmaron una serie de declaraciones a partir de 1941 que delineaban las directrices para la futura Naciones Unidas.
Pero fue durante la Conferencia de San Francisco, celebrada del 25 de abril al 26 de junio de 1945, cuando se redactó la Carta que fue firmada por las 50 delegaciones presentes.
Tras la ratificación del texto por parte de China, Francia, Reino Unido, la Unión Soviética y Estados Unidos —los futuros cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad— y la mayoría de los demás signatarios, la ONU se hizo realidad el 24 de octubre de 1945, con 51 países fundadores.
Grandes principios
En 19 capítulos y 111 artículos, la Carta establece los propósitos y principios que deben regir las relaciones internacionales: la solución de controversias por medios pacíficos, la soberanía, la igualdad entre los Estados, la cooperación en asuntos humanitarios, el respeto de los derechos humanos, entre otros.
En caso de amenaza a la paz internacional, el Capítulo VII otorga al Consejo de Seguridad la facultad de imponer sanciones para hacer cumplir sus decisiones, o incluso de desplegar medios militares.
La Carta también crea los principales órganos de la ONU, entre ellos el Consejo de Seguridad —con sus cinco miembros permanentes con derecho a veto—, la Asamblea General y la Secretaría, así como la Corte Internacional de Justicia.
Cualquier Estado que acepte las obligaciones de la Carta puede convertirse en miembro, pero su adhesión puede ser bloqueada, en particular por un miembro permanente del Consejo. La ONU cuenta actualmente con 193 Estados miembros.
La Carta es muy difícil de enmendar; una enmienda requiere la ratificación de dos tercios de los miembros de la ONU, incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo.
Cuestión de interpretación
Durante 80 años, los principios de la Carta se han violado continuamente en todo el planeta.
Pero definir un evento como una violación rara vez logra una aprobación unánime, ya que varía según la historia, las relaciones diplomáticas y las interpretaciones del texto.
Algunos principios entran a veces en conflicto, dando lugar a argumentos contradictorios, como el derecho a la autodeterminación de los pueblos frente a la no injerencia en los asuntos internos de un Estado, o la «legítima defensa» frente a la prohibición de los «actos de agresión».
El ejemplo más reciente es Irán que, apoyado sobre todo por China, acusó a Washington de violar la Carta al atacar instalaciones nucleares iraníes el fin de semana pasado, mientras que Estados Unidos alegó «el derecho colectivo a la legítima defensa de conformidad con la Carta«.
Para la Asamblea General y Antonio Guterres, la invasión rusa de Ucrania desde febrero de 2022 es una clara violación de la Carta, pero no para el Consejo de Seguridad, donde Rusia tiene derecho a veto.
Tras la invasión estadounidense de Irak en 2003, el entonces secretario general Kofi Annan calificó la guerra de «ilegal«.
La Carta establece que si un Estado «viola persistentemente» sus principios, puede ser expulsado de la organización. Sin embargo, esto nunca ha sucedido.
Sin embargo, en 1974, en virtud de la Carta, Sudáfrica fue suspendida de su derecho a participar en la Asamblea General que puso de relieve las constantes violaciones del documento fundacional de la ONU perpetradas por el régimen del apartheid.