Un hombre barbado y corpulento puso en jaque a Ecuador hasta su recaptura este miércoles: Adolfo Macías, alias Fito, la mente maestra del crimen en un país sumido en la violencia del narco.
El antiguo taxista convertido en capo de la mafia pasó a ser el principal objetivo de la fuerza pública en enero de 2024, luego de fugarse de una cárcel del puerto de Guayaquil (suroeste).
El gobierno del presidente Daniel Noboa divulgó entonces imágenes de su rostro con la leyenda «SE BUSCA» y ofreció un millón de dólares por información que llevara a su paradero.
Sus hombres, agrupados en un banda llamada Los Choneros, respondieron con fuerza: coches bomba, retenciones de guardias penitenciarios e incluso la toma armada de un canal de televisión que transmitía un programa en vivo.
Tras meses de persecución, Fito cayó en la ciudad costera de Manta en un fuerte operativo militar y policial en el que no hubo disparos. Estaba, según las imágenes divulgadas por la prensa, en un búnker al que se accedía al levantar una baldosa del suelo en una lujosa mansión.
Tras su recaptura el presidente Noboa pronosticó que «caerán más» capos de la mafia. «Recuperaremos el país. Sin tregua», sentenció.
Poco más se conoce sobre el líder de Los Choneros que su pasado humilde y su ascenso hasta lo más alto de la organización tras los fallecimientos de sus predecesores y amigos, entre ellos alias Rasquiña, un ícono del mundo criminal en el país.
Mandamás de la prisión
Antes de la fuga, Fito era el mandamás de su prisión en Guayaquil. La cárcel estaba adornada con imágenes que exaltaban su propia figura, las armas, los dólares y los leones.
Videos dan cuenta de las celebraciones que tenía dentro del centro penitenciario con músicos y pirotecnia. Incluso llegó a grabar en un patio un videoclip de un narcocorrido en su honor, interpretado por un mariachi y su hija. En la grabación aparece saludando, riendo y acariciando un gallo de pelea.
Fito ejercía «un control interno importante del centro penitenciario», señaló la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en un reporte de 2022 realizado tras un encuentro con el capo
El nuevo capo se graduó de abogado en prisión, donde pagaba una condena a 34 años por los delitos de tenencia de armas, tráfico de drogas, delincuencia organizada y asesinato.
Los Choneros, que primero se dedicaban al crimen común con asaltos en alta mar, lograron nexos con narcotraficantes colombianos y luego mexicanos. Actualmente tienen vínculos con los carteles de Sinaloa, el Clan del Golfo (mayor exportador de cocaína del mundo) y mafias balcánicas, según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado.
El Ministerio de Defensa estima que la banda hace presencia en 10 de las 24 provincias de Ecuador.
Un ejército virtual
En redes sociales, Los Choneros amenazan a periodistas y lanzan advertencias a otras bandas en videos con ritmos urbanos de fondo.
«Activos, Choneros, aquí somos leones. Con el tío Fito, como se supone, controlando el barrio aquí somos patrones», dicen en una de sus tantas canciones.
- Cuando Fito escapó de prisión, lo señalaban como el autor intelectual del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en agosto de 2023.
El entonces presidente Guillermo Lasso (2021-2023) ordenó su traslado a una cárcel de máxima seguridad, en una espectacular operación de la fuerza pública que desató protestas de reclusos.
La investigación luego tomó otro rumbo y se enfocó en Los Lobos, la banda rival, como responsables del magnicidio.
En 2013, Fito ya se había escapado, pero su evasión duró apenas tres meses.