Ya era suficiente para Jude Bellingham. «Se me ha acabado la paciencia», dijo el centrocampista del Real Madrid, sonriendo, en la sala de prensa del Bank of America Stadium de Charlotte tras la victoria de su equipo por 3-1 sobre el Pachuca en el Mundial de Clubes.
A Bellingham, quien había sido nombrado MVP del partido, le acababan de preguntar sobre la lesión de hombro que lo aquejaba desde noviembre de 2023. Desde entonces, había usado una férula protectora. Ahora, confirmaba lo que se había informado ampliamente, incluyendo a ESPN: que tendría que someterse a una cirugía.
«He llegado al punto en que el dolor ya no es tan fuerte. Es más bien por estar harto de la férula», dijo el 22 de junio. «Los jugadores me la tiran y se me reacomoda constantemente. Con el calor es muy duro. Estoy perdiendo mucho peso con el sudor… Tengo una cirugía programada para después del torneo. Iré a que me la arreglen. Hacía tiempo que no lo hacía».
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Esa cirugía se realizó la semana pasada. «El proceso de recuperación ya ha comenzado», publicó Bellingham en Instagram con una foto desde su cama de hospital. «Nos vemos pronto». Sin embargo, no será tan pronto. Se espera que el jugador esté de baja entre 10 y 12 semanas, lo que lo llevaría de regreso a principios de octubre. Para entonces, el Madrid habrá jugado ocho partidos de LaLiga y dos de la UEFA Champions League.
Es un riesgo calculado. El Real Madrid podría haber programado la cirugía de Bellingham para el final de la temporada 2024-25 de LaLiga —o incluso antes, cuando ya se habían retirado de la lucha por el título— y tenerlo de vuelta a tiempo para el inicio de la nueva campaña. En cambio, optaron por mantenerlo disponible para el Mundial de Clubes y perderse gran parte de la siguiente temporada liguera.
El nuevo entrenador, Xabi Alonso, ya ha descrito a Bellingham como «una pieza fundamental del equipo», y la actuación de Alonso hasta el momento lo confirma. Bellingham fue titular en los seis partidos del Madrid en el Mundial de Clubes, jugando 84, 60, 82, 90, 67 y 64 minutos. Marcó un gol en aquella actuación de jugador del partido contra el Pachuca y dio una magnífica asistencia que dividió la línea a Vinícius Júnior contra el RB Salzburg.
En general, fue uno de los jugadores más influyentes del equipo, junto con el delantero y revelación Gonzalo García, el lateral Fran García y el portero Thibaut Courtois. A medida que el equipo cambiaba su formación entre un 4-3-3 y un 3-5-2, el rol de Bellingham se mantuvo relativamente constante: jugando en una posición adelantada en el mediocampo, por delante de dos centrocampistas más retrasados. Federico Valverde y Arda Güler.
«Veo a [Bellingham] como un mediocampista», dijo Alonso cuando fue presentado como entrenador del Madrid, en lugar de, presumiblemente, el delantero improvisado y goleador de la primera temporada de Bellingham en España.
«Jude tiene la capacidad de cubrir mucho terreno, pero tiene que empezar en el lugar adecuado», explicó Alonso durante el torneo. «Tiene alma de mediocampista central. Le gusta participar en la construcción de jugadas y puede llegar al área, pero su posición de salida será importante. Eso le ayudará».
Bellingham comenzará la temporada en el gimnasio, y Alonso tendrá que construir un equipo sin él, al menos por ahora. ESPN ha informado que el Madrid no planea fichar a ningún centrocampista, a menos que un jugador salga primero. «Con los que tenemos, podemos dominar el mediocampo», ha dicho Alonso. Entonces, ¿quién es el mejor posicionado para sustituir a Bellingham, aportando la combinación de participación en la cancha y rendimiento en el área que tanto entusiasma al entrenador?
Arda Güler
En tan solo unas semanas en Estados Unidos, Güler demostró ser un firme candidato para formar parte importante de los planes de Alonso. Tras quedar fuera del once inicial en el debut del técnico contra el Al Hilal, entró tras 45 minutos de inconexos en el mediocampo y mantuvo su puesto durante los cinco partidos siguientes, totalizando 423 minutos en el torneo. A principios de este año, el predecesor de Alonso, Carlo Ancelotti, insinuó que el futuro a largo plazo de Güler era como mediocampista central de fondo, y ese futuro ya ha llegado. Güler estaba llamado a ser un jugador clave con Bellingham en el equipo; sin él, su presencia en el once inicial parece segura.
Rodrygo
Si Güler se afianzó en el equipo con sus actuaciones en el Mundial de Clubes, Rodrygo dejó escapar su puesto. A su titularidad contra el Al Hilal le siguieron 23 minutos contra el Salzburgo y cuatro contra el Borussia Dortmund, sin participar en absoluto contra la Juventus y el Paris Saint-Germain. Ahora mismo, Rodrygo parece estar a la baja, al igual que lo estuvo con Ancelotti. La ausencia de Bellingham le da más posibilidades de participar, especialmente si Alonso opta por un 4-3-3, y tiene el perfil para ser efectivo entre líneas. Pero tampoco hay garantía de que siga en el Madrid cuando comience la nueva temporada.
Gonzalo García
El mejor jugador del Madrid en el Mundial de Clubes, aprovechando la enfermedad de Kylian Mbappé, con cuatro goles y una asistencia en seis partidos. A pesar de ello, era difícil que García tuviera muchos minutos en LaLiga con Mbappé, Vinícius y Bellingham disponibles, pero la operación de Bellingham le abre una puerta. Al igual que Rodrygo, la titularidad de García implicaría jugar con un 4-3-3 —con el jugador de 21 años como delantero centro o por la derecha—, debilitando así el mediocampo.
Franco Mastantuono
Una atractiva incorporación, el joven jugador de River Plate se incorporará al Madrid cuando cumpla 18 años el 14 de agosto. Mastantuono ha jugado habitualmente en la banda derecha con River, aunque también ha evolucionado hacia posiciones más centrales. Aún no está claro si Alonso lo considera titular inmediato. El entrenador afirmó el mes pasado que Mastantuono tenía un «presente fantástico y un futuro increíble», elogiando su «madurez» y «ambición», pero veremos si eso se traduce en minutos regulares en LaLiga. Al igual que con Rodrygo y García, su inclusión sugeriría un cambio al 4-3-3.
Dani Ceballos
ESPN ha informado que Ceballos es uno de los dos jugadores, junto con Rodrygo, considerados internamente con más probabilidades de abandonar el Madrid este verano. Se hizo indispensable durante un tiempo con Ancelotti la temporada pasada, participando en 23 partidos de LaLiga y aportando un control muy necesario al mediocampo, pero solo jugó 70 minutos en cuatro partidos del Mundial de Clubes. Hasta ahora, todo apunta a que Alonso no está convencido.
Eduardo Camavinga
Camavinga no ha jugado desde abril, cuando sufrió una lesión en la ingle. Viajó a Estados Unidos, pero a pesar de haber dado «grandes pasos adelante en su recuperación», según Alonso, no fue suficiente para jugar. La ausencia de Bellingham debería ser la oportunidad perfecta para que Camavinga se integre al equipo, formando un doble pivote con Valverde y permitiendo que Güler opere más adelante. Su desarrollo se ha estancado desde que llegó al Madrid en 2021 (las lesiones no le han ayudado), pero solo tiene 22 años. Y si hay alguien que pueda sacarle el máximo partido, ese podría ser Alonso.
Brahim Díaz
Alonso utilizó a Díaz como suplente en el Mundial de Clubes, saliendo desde el banquillo en cuatro partidos, disputando un total de 103 minutos y dando una asistencia. Ese parece el rol más probable para Díaz, de 25 años, cuando comience LaLiga, aunque posee la versatilidad necesaria para ser un enlace útil entre el mediocampo y el ataque en un 3-5-2 o un 4-3-3. Una titularidad regular, sobre todo considerando el fichaje de Mastantuono como competencia directa y la irrupción de García, parece improbable.
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La idea de que un jugador se incorpore al equipo como sustituto de Bellingham es, por supuesto, absurda. Ninguno de los candidatos mencionados encaja exactamente con su perfil, y en cualquier caso, Alonso ya ha expresado su deseo de que el equipo sea «flexible» y «dinámico». Esto implica no depender de un único sistema —alternando entre el 4-3-3 y el 3-5-2— ni de un único once inicial.
También implica que cada jugador se sienta cómodo asumiendo múltiples roles, incluso dentro del partido, como los cambios posicionales de Aurélien Tchouaméni, que pasó de estar en el centro de una defensa de tres a avanzar hacia el mediocampo. Reemplazar a Bellingham será un esfuerzo colectivo, no individual, y dependerá tanto del estado del partido y del rival como de las características de cada jugador.
El Madrid echará de menos el ingenio de Bellingham —a pesar de su baja goleadora, aun así produjo la impresionante cifra de 17 goles y asistencias en LaLiga la temporada pasada—, así como su alcance de pase, su liderazgo y su espíritu competitivo. Es difícil considerar su ausencia como algo positivo. Pero intentémoslo: hay una forma en que podría facilitarle la vida a Alonso.
Al eliminar a un jugador clave y de obligada elección de un tercio de ataque que ya incluye a Mbappé y Vinicius, el entrenador tendrá libertad para ser creativo y encontrar soluciones. Lo que Alonso haga con esa libertad será fascinante y nos dirá mucho sobre el tipo de equipo que intenta construir.
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