El magistrado y miembro de Juezas y Jueces para la Democracia Luis Carlos Nieto ha explicado a EFE que se está creando un contexto de exclusión y odio que, con confianza de la sociedad en las instituciones y en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, no se permitiría.
«La experiencia histórica de Europa demuestra que el resultado de sumar ignorancia y odio lleva a la crueldad. Y cuando se da la crueldad en Europa, después siempre ha venido la tragedia», ha dicho el también coordinador de las Jornadas de Derechos Humanos y Migraciones de Motril (Granada, sur de España).
Hace una semana muchos bañistas disfrutaban de su primer domingo de vacaciones en la tranquilidad que ofrece la playa de Castell de Ferro, en la costa de Granada, cuando se vieron sorprendidos por la llegada de una lancha rápida que soltó a un grupo de migrantes que, una vez en tierra, intentaron dispersarse.
Algunos grabaron la escena con sus teléfonos móviles, otros decidieron intervenir, bien para retener a este grupo de personas que acababa de llegar, o bien para increpar a los que lo hacían, sin embargo, las imágenes que se viralizaron fueron las primeras.
En este sentido, el magistrado recalca que se está dando en un contexto de odio y violencia en el que grupos radicales alientan a la cacería contra los migrantes.
«En un momento de normalidad, sin que el discurso racista y de odio estuviera tan visual en las redes sociales y en los medios, no habría dado lugar a que esto suceda, pero hay una corriente que intenta culpar al migrante de todos los males de nuestro país. Una persona de extrema derecha plantea un día que hay que echar a ocho millones de personas de este país, muchos de ellos españoles, y a los pocos días se producen los altercados en Torre Pacheco, y este verano, en medio de una playa se producen los hechos de Castell de Ferro», ha indicado.
Nieto aboga por la otra cara de la moneda que no se ha mostrado tanto en redes sociales y medios de comunicación:
«En los vídeos se escucha a otras personas pidiendo que los suelten. Es una sociedad que cree que en los principios de democracia, en los principios de humanidad y en los del Estado de Derecho».
Además, recalca que los particulares solo pueden detener en causas excepcionales y, en todo caso, únicamente cuando se está produciendo un delito flagrante.
- «La entrada irregular en el territorio nacional no es un delito, es una infracción administrativa», por lo que no sería el caso: «Una persona que se está bañando en la playa no puede detener a otra persona que está entrando en el territorio nacional. Es trabajo de la Policía o la Guardia Civil en servicio», ha explicado.
Una concejal como testigo
Ana Muñoz, concejal del PSOE del Ayuntamiento de Granada, fue una de las bañistas que estaba el domingo con su familia en la citada playa y recuerda como algo «traumático» ver como tiraron a un grupo de personas al mar, que nadaron como pudieron para llegar a la orilla.
«Te quedas un poco en shock, pero lejos de lo que se está moviendo en redes y en algunos medios, hubo mucha gente que ayudó y que intentó echar una mano en lo que pudo, ofreciendo agua o galletas.
Sí que hubo energúmenos que frenaron su huida, incluso que intentaban que no saliesen del mar, pero lo que predominó no fue eso, cómo se está intentando mostrar», ha asegurado.
Muñoz lamenta que el debate se haya centrado en aquellos que se lanzaron para detener a los migrantes, cuando «son una minoría», y se haya saltado por alto lo verdaderamente importante, que es que «la mayoría intentó atender y ayudar a otro grupo de personas, que es lo que son, que parece que se nos olvida».
Desde el Ayuntamiento de Gualchos-Castell de Ferro cortan la polémica tras «interpretaciones interesadas» a través de un comunicado en el que remarcan que el «municipio es y seguirá siendo una tierra abierta, plural y solidaria. Rechazamos rotundamente cualquier discurso de odio, cualquier actitud racista o xenófoba».
Y apuntan que quienes llegan hasta las costas «lo hacen empujados por la desesperación, jugándose la vida en busca de un futuro mejor. Respetamos la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, pero rechazamos cualquier menosprecio a la dignidad humana«, además de añadir que agradecen el comportamiento respetuoso y solidario de los bañistas presentes ese día.